Ya es hora de avanzar en la normalización del euskara en la Administración general

28/01/2015
El V. plan de normalización del uso del euskera de la Administración General, muy parecido a los anteriores cuatro, sigue su curso, aunque no lo parezca.

El Gobierno vasco ha prescindido nuevamente de la participación de lxs trabajadorxs y sus representantes en su elaboración. Es más, le ha pedido a una empresa externa el diseño del plan, prescindiendo de lxs profesionalxs de la casa.
Si el plan de normalización del uso del euskara va a tener alguna posibilidad de éxito, es imprescindible la participación de todos los agentes implicados desde el inicio. Ese es el primer mandamiento de todos los manuales, pero en la Administración General vasca hemos empezado mal, otra vez: también este plan, el quinto, viene de arriba abajo, con formato de “orden” y sin tener en cuenta ni la opinión ni las posibles aportaciones de la plantilla o sus representantes.

Obligatorio para parte de la plantilla, voluntario para políticos y cargos de libre designación
La obligación de acreditar un mayor o menor nivel de euskara no alcanza ni a la mitad de los puestos de trabajo de esta administración (mientras la obligación de dominar el castellano se extiende a todos).
Pero además, dicha obligación afecta a la plantilla, no a lxs responsables políticxs y cargos de libre designación. Sin embargo, si los cargos no dominan y utilizan habitual y efectivamente el euskara, es inútil que (parte de) la plantilla acredite el nivel de euskara que se le exije, ya que el trabajo se realizará en castellano. Además, a fuerza de no usarlo, el nivel de euskara y la motivación se resienten año tras año, convirtiendo en estéril y absurdo todo el esfuerzo realizado para acreditar el perfil lingüístico correspondiente.

A la vista de los escasos resultados de los cuatro planes anteriores y de la triste marcha de este quinto plan, esta es nuestra propuesta:
1. Aplicar fecha de preceptividad vencida a todos los puestos de libre designación, asesors/as incluídxs, ya que si los responsables y cuadros directivos no lideran el proceso, se exije a lxs trabajadorxs un esfuerzo inútil.
2. Los cometidos de técnicxs de normalización y traductorxs deben estar perfectamente diferenciados. En la actual situación, muchxs técnicxs se ven obligadxs a realizar traducciones, en detrimento de su labor de normalización.
3. Poner en funcionamiento el comité de seguimiento de los planes de normalización, de forma efectiva, incluyendo en el mismo a lxs representantes de la plantilla.
4. Oferta digna y contínua de formación laboral en euskara y extender el servicio de apoyo lingüístico a lxs trabajadores/as.
5. Premiar el esfuerzo de lxs trabajadores/as que emplean el euskara en el desempeño de su labor.
6. Crear una unidad de seguimiento de la contratación y las ayudas, para garantizar el cumplimiento de los criterios lingüísticos establecidos.
7. Formación sociolingüística básica para todxs lxs cargos de libre designación, como mínimo.
8. Campaña continua de sensibilización, con especial atención a la memoria histórica (causas de la situación actual del euskara) y a la igualdad de derechos lingüísticos, huyendo del voluntarismo habitual.
9. Establecimiento, de una vez por todas, de los “criterios de uso de las lenguas oficiales” y una política de traducción digna y ambiciosa.

Ramón Uriarte Ibañez
Responsable de ELA-Gizalan