Los piratas no se encuentran solo en el mar #Landeia

14/11/2023
Los trabajadores y trabajadoras del polideportivo Usabal de Tolosa llevan en huelga desde el 8 de mayo a favor de su convenio. Los trabajadores y las trabajadoras llevan tres años sin renovar el convenio, entre otras cosas, con la pérdida de poder adquisitivo que ello supone.

Para entender la situación actual hay que retroceder en el tiempo. Hasta 2023 Kirolzer se encargaba de la gestión de las instalaciones deportivas de Tolosa, y los trabajadores y las trabajadoras tenían su propio convenio de empresa. Posteriormente, la empresa BPXport se hizo cargo de la gestión. Debido al cambio de empresa, las negociaciones para la renovación del convenio se retrasaron hasta el 13 de enero de 2023.

Desde el principio la actitud de la nueva empresa fue bastante agresiva: además de la mala oferta puesta encima de la mesa, no respetaba los mínimos de los trabajadores y las trabajadoras. Transcurrieron meses sin acuerdo y los trabajadores y las trabajadoras iniciaron las movilizaciones con varias jornadas de huelga en medio. Viendo que la situación no se solucionaba, el 8 de mayo iniciaron una huelga indefinida.

El 28 de mayo se celebraron elecciones municipales en Hego Euskal Herria. Los votos dieron lugar a un gobierno municipal en el que PNV y PSE-EE pasaron a la oposición y EH Bildu asumió la alcaldía con mayoría absoluta. Desde entonces ha habido varios intentos de buscar una solución a la situación, pero a día de hoy la situación sigue igual.

Claves para lograr un nuevo convenio

Tres son las claves del convenio: recuperación del poder adquisitivo, preparación de clases y categorías. Los trabajadores y las trabajadoras tienen claro que seguirán luchando hasta conseguir sus reclamaciones en esos tres puntos básicos. Mientras tanto, BPXport no muestra mucha voluntad de acuerdo.

Prueba de ello, el chantaje a los trabajadores y a las trabajadoras en septiembre: la empresa proponía la aplicación del convenio provincial. El convenio provincial habría supuesto un notable retroceso para los trabajadores y las trabajadoras, entre otras cosas porque no hubieran tenido ninguna subida salarial alguna hasta el 31 de diciembre de 2027.

Ganas de lucha

Eneko Egialde, Egoitz Eceiza, Haritz Zelaia y Mila García de Iturraspe son personas trabajadoras del polideportivo Usabal. Hablan de que la lucha está siendo dura, pero están contentos con la unión de los trabajadores y las trabajadoras: casi todas las personas trabajadoras, 29 de 31, están apoyando la huelga. Una lucha dura sí, pero esperada. De hecho, conocen bien la empresa que tienen delante, BPXport.

“El 51% del capital está en manos de un fondo buitre de Madrid. El fondo gestiona millones de euros y su único objetivo es ganar dinero. Le son indiferentes las condiciones de trabajo de las personas trabajadoras, la calidad del servicio que prestan, utilizan las amenazas... Sólo les interesa el beneficio económico, en este caso a cuenta de un servicio público. A negociar con nosotros viene un gallego que vive en Santander. Viene aquí, se reúne con nosotros/as y se marcha cuando termina la reunión. Creemos que esa persona sólo sabe decir una palabra: “NO”. Le da igual lo que nosotros y nosotras digamos, solo responde eso: NO”.

Los fondos buitre de inversión tienen como único objetivo el negocio y el dinero. Y para ello, además de apretar a las personas trabajadoras, empeoran la calidad del servicio que ofrecen. Muchas de las medidas adoptadas en Usabal de Tolosa son prueba de ello, según denuncian los trabajadores y las trabajadoras.

“Desde el principio bajaron la presión del agua de las duchas para gastar menos. Bajaron la temperatura del agua varios grados para ahorrar. Aumentaron el ratio de los cursos de natación en perjuicio de la calidad. Nos daban menos material del necesario para realizar algunas actividades...”

La empresa BPXport tiene mala fama y en la mayoría de los polideportivos que gestionan son frecuentes los conflictos laborales. La anterior alcaldesa de Tolosa, Olatz Peón, no puede decir que no fuera consciente de ello. “Nosotros mismos le dijimos en persona qué clase de gentuza son, pero no nos hizo caso. Nos dijo que estuviéramos tranquilos, que primero teníamos que conocerlos, que lo que ha ocurrido en otros muchos sitios no tenía por qué ocurrir en Tolosa...”

Protecciones… y obstáculos

Todas las huelgas son duras. Más aún si todo el personal es del pueblo y el servicio que se ofrece afecta a mucha gente. “Todos y todas vivimos en Tolosa y está siendo muy duro. Mientras tomamos café en el bar o compramos pan en la panadería nos viene gente y nos pregunta por la huelga. Muchas personas preguntan de buena fe, pero también es cierto que hay gente que habla con mala intención contra nosotros y nosotras. Muchas mentiras han sido difundidas por personas con intereses concretos que han tratado de enredar el ambiente diciendo que no tenemos motivos para la huelga: que ganamos bien, que el convenio es bueno, que nuestras demandas son desproporcionadas...”

Los trabajadores y las trabajadoras aseguran que con estas mentiras han intentado poner a los ciudadanos y las ciudadanas en su contra. “Usabal cuenta con 10.700 personas socias, además de a Tolosa, ofrece servicio a los pueblos de alrededor. Es decir, se da servicio a aproximadamente 40.000 ciudadanos y ciudadanas. Además, las instalaciones municipales también son utilizadas por clubes de diferentes deportes. La huelga ha estado muy politizada. Empezamos el conflicto con una corporación municipal y durante el proceso ha habido elecciones municipales. Ahora hay otro equipo de gobierno. Todo eso ha influido en esas personas que han actuado contra nosotros. Mientras tanto, no nos han dejado más remedio que seguir luchando, y así lo haremos”.

Y es que los piratas no se encuentran sólo en el mar, también los podemos encontrar en muchas empresas y en fondos buitre de inversión. Muy bien vestidos, además.