ELA denuncia en Emakunde que el ERTE llevado a cabo por la empresa alavesa Alestis Aerospace discrimina a las mujeres

10/06/2020
La dirección de la empresa, junto con CCOO y UGT, ha decidido suspender el 20% de los contratos de la Mano de Obra Indirecta (MOI). Este grupo de trabajadores y trabajadoras lo conforman 40 personas en total (19 hombres y 21 mujeres), de las cuales 13 (todas ellas mujeres) se han acogido al derecho de reducir su jornada para el cuidado de menores a su cargo. El sindicato asegura que la dirección se ha basado en criterios subjetivos y discriminatorios a la hora de decidir a qué trabajadores afecta el ERTE penalizando a las mujeres con reducción de jornada.

El 18 de mayo la empresa alavesa Alestis Aerospace SL puso en marcha un ERTE, en el contexto de la situación de alarma por la COVID-19. La dirección de la empresa llegó a un acuerdo a nivel Estatal junto con los sindicatos CCOO y UGT sobre la aplicación del ERTE, es decir, decidieron a quién se le suspenderá el contrato y a quién no.

Discriminación de género en el ERTE

Mediante este ERTE, la dirección de Alestis Aerospace SL, junto con CCOO y UGT, ha decidido suspender el 20% de los contratos de la Mano de Obra Indirecta (MOI). Este grupo de trabajadores y trabajadoras lo conforman 40 personas en total (19 hombres y 21 mujeres), de las cuales 13 (todas ellas mujeres) se han acogido al derecho de reducir su jornada para el cuidado de menores a su cargo. Así pues, de la plantilla de la MOI se decide suspender a 8 personas (el 20%) el contrato. Y he aquí el quid de la cuestión, denuncia ELA. “Casualmente, de estas 8 trabajadoras 7 son mujeres, todas ellas con reducción de jornada. Una de ellas, además, también es delegada sindical de ELA, es decir, aquí no hay ninguna casualidad”.

ELA denuncia que la elección de estas 8 personas no se justifica con ningún criterio objetivo, como puede ser la antigüedad o el nivel formativo. Por el contrario, tanto el sindicato como las mismas afectadas aseguran que esta decisión ha sido tomada en base a razones subjetivas y discriminatorias, penalizando a las mujeres que se ven en la necesidad de conciliar vida profesional con trabajo de cuidados. “La empresa ha antepuesto sus propios intereses frente a el cuidado de la vida, incluso llegando a quebrantar derechos fundamentales”, afirman.

Si lo expuesto fuera poco, las propias trabajadoras han dado a conocer a ELA que la dirección de la empresa ha lanzado este tipo de comentarios a las afectadas por la suspensión del contrato, una vez firmado el acuerdo: “es lo mejor para vosotras, así tendréis más tiempo para cuidar de vuestras familias”.

Por todo esto, ELA anuncia que utilizará todas las herramientas a su alcance (medios jurídicos, inspección laboral, etc.) para conseguir que este acuerdo sea reemplazado por otro sistema más justo.

Asimismo, vista la clara lectura de género de este caso, también han decidido poner una denuncia en EMAKUNDE – Instituto Vasco de la Mujer, “para que a nivel institucional tengan conocimiento de esta grave violación de derechos de las mujeres y tomen partido. Esperamos que el organismo no pierda la oportunidad de ir más allá de la igualdad meramente formal y que intervengan para velar por el derecho de estas mujeres trabajadoras”.

Por desgracia, añaden, sospechan de que si en adelante se repite el escenario laboral de la crisis del 2008 (ERTEs, EREs…) es muy probable que se den casos de discriminación de género del mismo calado. “Muchas empresas se valdrán de las brechas de género para actuar en favor de sus propios intereses económicos, en vez de poner las vidas en el centro. Por lo tanto, queremos atajar e intervenir cuanto antes en este tema, poniendo límites a la injusticia de género, y para ello empleando todos los medios y vías, incluida la institucional”, concluyen.

Aseguran que seguirán construyendo un sindicalismo feminista y que lucharan hasta terminar con la discriminación de género en los centros de trabajo (también), en defensa de los derechos de las mujeres.