Día del Orgullo LGBTI

ELA reivindica el carácter político y transformador de la bisexualidad

26/06/2025
Bajo el lema ‘Mi deseo no cabe en tu armario. Bisexualitatea ere baDA’ han denunciado la bifobia y las falsas creencias, y lo han hecho de la mano de la periodista y activista bisexual June Fernández y Daniel Hernández, en un acto celebrado en Durango. “Nos hacen sentir que no somos verdaderas bolleras o maricas”

Bajo el lema ‘Mi deseo no cabe en tu armario. Bisexualitatea ere baDA’, ELA ha reflexionado sobre la bisexualidad en un acto organizado en Durango, a las puertas del Día del Orgullo LGTBI. Para ello ha contado con la periodista y activista bisexual June Fernández y con Daniel Hernández.

Antes de comenzar el coloquio, Izaro Galfarsoro, del área de Política de Género del sindicato, ha tomado la palabra para referirse a la bisexualidad como "una identidad que a menudo ha sido rechazada, silenciada o distorsionada". Coincide June Fernández. En su opinión, "las personas bisexuales sufren una doble discriminación: en la sociedad y dentro del movimiento LGTBIQA+".

Es más, Fernández señala que es especialmente duro que no se reconozca el carácter político de la bisexualidad en el seno del movimiento LGTBIQA+, argumentando que éste debería ser un espacio seguro. La razón principal, dice, es que niegan a la bisexualidad el carácter de identidad política: es decir, reducen la bisexualidad a la condición de orientación sexual, y como identidad política sólo se admite ser bolleras o maricas.

"Lamentablemente, en el movimiento lesbofeminista de Euskal Herria las posturas bifóbicas tienen mucha fuerza. Queda patente en la elección de la expresión transmaribollo en lugar de transmaribibollo. Cuando hemos interpelado estas elecciones, la respuesta ha sido que la bisexualidad no es política, que si las personas bisexuales son queer, serán bolleras, maricas o trans", lamenta. A su juicio, esa lógica no tiene mucho sentido y les genera el síndrome de la impostora; en otros casos, incluso deja a muchas personas fuera del movimiento LGTBIQA+ porque sienten que no son "auténticas bolleras o maricas", dice Fernández.

Galfarsoro señala que, a menudo, no se entiende como orientación sexual legítima y que se asocia de manera errónea con una "fase" o estado de confusión. "Pero no es ni una confusión ni un término medio: es una ruptura contra el sistema binario y heteronormativo", asevera.

Coincide Dani Hernández. Tiene claro que ser bisexual es una identidad política con una gran capacidad transformadora en espacios culturales, sociales, familiares, laborales, feministas o militantes.

June Fernández denuncia con rotundidad las actitudes contrarias a la bisexualidad. "Ahora que el movimiento TERF (feministas radicales trans odiantes) tiene poder, es absolutamente contradictorio ser transfeminista y bifoba. Es más, las personas bisexuales tienen una gran capacidad para romper con el cisexismo porque nos sentimos cómodos y cómodas con cuerpos y genitales muy diversos. En la subjetividad de las personas bisexuales me parece que hay más facilidad para mantener actitudes de respeto hacia los cuerpos y también para entender que las identidades pueden transitar", explica.

Hipersexualización y vuelta al armario

También en la bisexualidad el trato es diferente entre hombres y mujeres. Fernández señala que la hipersexualización de las mujeres bisexuales es muy evidente, siempre, eso sí, en determinadas mujeres: delgadas, femeninas, jóvenes, esbeltas. "Por culpa de esta hipersexualización, y por ver nuestro libre deseo como una amenaza, las investigaciones apuntan a que las mujeres bisexuales tenemos tasas especialmente altas de violencia sexual y machista", denuncia.

En el caso de los hombres, en cambio, explica que los hombres cis están especialmente aislados por la gran falta de referentes tanto mediáticos como cercanos. “Unos viven en la comunidad marica y otros tienen estilos de vida normativos, muy armarizados, con vidas paralelas. Por ejemplo, tienen mujer, una relación abierta, pero en la cuadrilla y en su entorno no saben que tienen sexo con hombres", explica.

“No se habla de lo bisexual, es lo más invisibilizado. Aquí tenemos muy poca información sobre nuestras personas referentes. Antes de los 90 no encontramos a nadie”, ha añadido.

El orgullo no está en venta

Leire Gallego, responsable de la sección de Política de Género de ELA, explica que la liberación sexual no es sólo aceptar que personas del mismo sexo puedan enamorarse, sino una cuestión de democracia y lucha por los derechos civiles.

Y precisamente por eso, Jone Bengoetxea, compañera de área en el sindicato, ha denunciado que, en Bilbao, los dirigentes políticos quieren instrumentalizar el colectivo LGBTI+ "para que se convierta en una marca meramente comercial e institucional".

Prueba de ello es que, el 21 de junio, y financiado con fondos públicos, la organización LGTBI Ortzadar organizó un desfile de carrozas en Bilbao, alegando que se sentían rechazados y rechazadas en la convocatoria del 28 de Junio. En consecuencia, habrá dos manifestaciones: una que se celebró el 21 de junio y otra el 28 de junio. Es más, lamenta Bengoetxea, la manifestación del 28 ha tenido que cambiar de hora (será a las 12:00) porque por la tarde la fundación de la BBK ha organizado conciertos para su décimo aniversario.
"Los de Ortzadar dicen:" Queremos ser un destino turístico diverso y de valores. ¿Pero dónde quedan ahí las personas y colectivos de los márgenes? ¿Dónde los reclamos de Stone Wall? ¿De verdad creen que los derechos de las personas LGBTI pueden estar a la venta? ", ha denunciado Bengoetxea.
Y en la línea del Pinkwashing (blanqueamiento), Leire Gallego también ha mencionado a Palestina. Además de denunciar el genocidio, critica que Israel utilice la marca LGBTI para seguir blanqueando su imagen. "Es, entre otras cosas, un ejemplo de homocapitalismo", ha dicho. 



Centros de trabajo habitables



ELA tiene claro que el día de la liberación sexual no es un día para reforzar una marca, sino para luchar. Y esa lucha debe tener su reflejo también en el día a día, por tanto, también en los centros de trabajo. Y es que la clase trabajadora es plural, como subraya Gallego.

“Con las luchas LGBTI afloran las diferentes diversidades e intereses que existen en el seno de la clase trabajadora”, explica.

"Esa es la invitación que nos hace el transfeminismo: ir más allá de ese hombre blanco, hetero, de clase media y supuestamente sano; se trata de mirar todos los cuerpos que quedan fuera de ella", añade.
Por todo ello, Jone Bengoetxea reivindica centros de trabajo seguros y habitables para las personas LGBTI.

Finalmente, ELA ha llamado a participar en las manifestaciones convocadas para el 28J:

  • BILBO 12:O0. Desde la Casilla.
  • DONOSTIA 18:30. Desde el Bulebar.
  • GASTEIZ 19:00. Desde la plaza de la Virgen Blanca.
  • IRUÑEA 19:00 Desde Baluarte.