#EsencialmenteVivas ELA reivindica este 8 de Marzo la labor de las trabajadoras que, en plena pandemia, han luchado en primera línea por nuestras vidas

Maialen Aranburu, responsable de Igualdad de ELA, ha querido mencionar alguna de las trabajadoras que han estado en primera línea contra durante estos meses. “La trabajadora del supermercado a la que no han aplaudido en la crisis; la trabajadora de la residencia de personas mayores que acudía a su puesto de trabajo con una bolsa de basura como EPI mientras veía a la gente fallecer sin cesar; la trabajadora de hogar interna a la que amenazaban con deportar por tener una situación administrativa irregular; la teleoperadora de un call-center hacinada en su cubículo de trabajo compartiendo auriculares, micro y ordenadores; la trabajadora de la marca cosmética Sephora que cobra 900€ vendiendo cremas de 1000€; la educadora social que trata con personas y colectivos especialmente vulnerables mientras la sociedad y las instituciones miran para otro lado; la camarera de piso, “kelly”, con una carga de trabajo insoportable y ningún reconocimiento de enfermedad laboral; la trabajadora del Servicio de Ayuda a Domicilio, que ve como una multinacional de construcción, SACYR, pasa a gestionar como “negocio” un trabajo que debería ser un servicio público; la trabajadora de la limpieza del hospital, imprescindible, como el personal sanitario; las trabajadoras de la comunidad educativa y, en especial, los colectivos precarizados como las trabajadoras de los comedores escolares y el transporte; las camareras sin contratos ni ERTEs, y un largo etc. A todas estas trabajadoras, hay que añadir todos los trabajos que no cuentan para nadie, los no pagados e invisibilizados, que se realizan en las casas, en su abrumadora mayoría por las mujeres”.
Aranburu ha denunciado que no ha habido aplausos para ellas. “Ni siquiera ha habido un gesto, un intento de reparación laboral ni emocional, porque los intereses económicos del negocio siguen primando por encima del derecho a ser cuidadas y atendidas de manera digna. Que se lo digan a las trabajadoras de las residencias de mayores de Gipuzkoa, que luchan por ellas y por las personas a las que cuidan. ¡240 días de huelga ya! Con las compañeras de Araba a punto de seguir su estela... ¡La lucha sigue viva y fuerte en las residencias y en los centros sanitarios! ¡Y qué decir de las trabajadoras de hogar y de cuidados! Absolutamente invisibles para el sistema, pero imprescindibles antes y después de la pandemia a la hora de resolver los cuidados y la vida de una gran parte de la población”.
Por todo ello, la responsable de Igualdad de ELA lo tiene claro. “Para nosotras, para ELA, este 8 de marzo de 2021 son muchas las protagonistas del año. Este reconocimiento es para todas ellas. Así, y a un año vista, desde el sindicato seguimos viendo que es imprescindible seguir luchando y movilizándonos por un sistema público, universal, gratuito y de calidad de cuidados, como lo hemos hecho en las huelgas de cuidado el 17 de noviembre de 2020, así como el 26 de enero y el 4 de marzo del presente año. Y en esa lucha y en todas las que vendrán, las mujeres, desde el sindicalismo feminista así como en las casas y en las calles, ¡estamos y estaremos en primera línea de lucha!”.