2018 el año con mayor número de muertes laborales desde 2012

23/04/2019
ELA ha presentado el Informe de Siniestralidad Laboral del año 2018. El número de muertes en el puesto de trabajo ha aumentado un 20% respecto a 2017, sin embargo, el Gobierno Vasco y el Gobierno Foral de Navarra no han aceptado ninguna de las peticiones que realizó ELA a lo largo del año pasado para reducir la siniestralidad, especialmente respecto a la dotación de personal de inspección. Durante el año pasado murieron 67 trabajadores trabajadoras en accidente laboral en Hego Euskal Herria.

Junto a Pello Igeregi, responsable de negociación colectiva, han tomado parte en la presentación del informe, Leire Heredia y Andoni Larralde, miembros del gabinete de seguridad y salud laboral.

El número de muertes en el puesto de trabajo ha aumentado un 20% respecto a 2017, una cifra escandalosa. Asimismo, la Agencia Europea de Seguridad y Salud Laboral calcula que el número de muertes como consecuencia de enfermedades profesionales es 35 veces mayor, con lo que nos enfrentamos a la escalofriante cifra de 2.300 muertes con origen laboral.

Osalan y el Instituto Navarro de Salud Laboral ocultan estas cifras; reducen el número de muertes en accidentes de trabajo a 47 y ocultan todas las muertes consecuencia de enfermedades profesionales. Los organismos oficiales sienten la necesidad de mostrar su efectividad en materia de salud laboral, aunque lo hagan a costa de blanquear la dejación absoluta de las empresas.

Un tercio de los accidentes de trabajo se produce durante el primer mes de contrato. El miedo a perder el trabajo genera ansiedad y prisa, dos elementos incompatibles con las medidas de prevención necesarias. Al tiempo que aumentan las víctimas de accidentes de trabajo, la patronal hace llamamientos al compromiso de los trabajadores y las trabajadoras, algo que con las tasas de precariedad que soportamos es sinónimo de sometimiento y accidentabilidad.

Para ELA resulta intolerable que la campaña electoral actual venga marcada por la transferencia de una autopista, mientras que la transferencia ya realizada de la Inspección de Trabajo no es objeto de discusión. La cuestión es que, tal como se realizó la transferencia, no es posible decidir en la CAPV el número de inspectores e inspectoras necesarios; la consecuencia es que el volumen de personal de inspección es 2,5 veces inferior a la media de la Unión Europea. Sin medios de inspección y sanción a las empresas las normas de prevención seguirán siendo de aplicación voluntaria: esta es la verdadera medida de la preocupación de nuestras instituciones y partidos respecto a la salud laboral.

ELA volverá a remitir al Gobierno Vasco un decálogo que podría reducir de forma radical el número de accidentes y enfermedades profesionales. Exigimos determinación política y que deje de existir la actual complacencia con una patronal que apuesta por la precariedad; una precariedad que mata.

Leer el Informe