70 muertes en el trabajo en Hego Euskal Herria, a pesar del parón de la actividad económica

ELA, LAB, ESK, STEILAS, EHNE e HIRU advierten de que, a pesar de que los datos oficiales recogen una leve mejoría en materia de siniestralidad laboral, estos no han disminuido en la misma medida que la actividad económica. No en vano, en cuanto a los accidentes mortales, en 2020, la mayoría sindical ha registrado, al menos, 24 más que en el año 2019. Únicamente con los datos oficiales, 185 personas han sufrido un accidente de trabajo en la CAPV cada día, 57 en Nafarroa (consultar aquí todos los datos).
En el 2020 han contabilizado un total de 70 accidentes laborales mortales en Hego Euskal Herria, 59 en la CAPV y 11 en Nafarroa, sin olvidar que Joaquín Beltrán sigue desaparecido desde el 6 de febrero, un año después del derrumbe del vertedero de Zaldibar.
Respecto al 2019, en 2020 en todos los territorios de la CAPV asciende el número de personas fallecidas, 32 más. Destaca Álava, donde se ha dado el aumento más importante, con 12 personas fallecidas más. En Gipuzkoa y en Bizkaia se han registrado 8 accidentes laborales más, respectivamente, respecto del año anterior. Nafarroa contabiliza 4 personas fallecidas menos en accidente laboral, el único territorio con menos personas fallecidas que en el 2019.
Cabe recordar que entre las estadísticas oficiales y las de la mayoría sindical hay un subregistro del 54 % en los accidentes mortales. “A saber la diferencia que habrá en los leves y graves y, sobre todo, en el caso de las enfermedades profesionales que se derivan constantemente al sistema público de salud con el consiguiente ahorro para mutuas y empresas”, lamentan.
Recalcan que la precariedad y la mala calidad del empleo son las razones de tanto accidente y enfermedad en el trabajo, a lo que hay que sumar lo que ha supuesto tanto física como psicológicamente la pandemia para la clase trabajadora. “No sabemos cuántos trabajadores y trabajadoras se han contagiado o han fallecido por coronavirus”, denuncian.
Añaden que, ante todos estos datos “intolerables”, los gobiernos de Gasteiz e Iruña siguen sin tomarse en serio la seguridad y la salud de la clase trabajadora y no cambian la dirección de sus políticas en esta materia. “La inversión sigue siendo lamentable, por lo que faltan recursos técnicos y humanos en Inspección de Trabajo, Osalan, INSPL….Deben hacer seguimiento y control de la seguridad y la salud laboral en los centros de trabajo”.
Ante la gravedad de la situación, los sindicatos se reafirman en las medidas que exigieron el 15 de enero a los gobiernos de la CAPV y Nafarroa:
- Mayor control sobre las empresas.
- Aumentar el personal de Osalan/ISPLN y de la Inspección de Trabajo equiparándolo a la media europea para realizar un seguimiento adecuado de las medidas sanitarias y de prevención en los centros de trabajo. En la práctica, esto se traduce en aumentar el número de personal técnico, al menos, en 100 más en la CAPV y en 50 más en Nafarroa.
- Recuperar, por parte del gobierno de Navarra, las competencias en materia de Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
- Publificar tanto de las mutuas como de los servicios de prevención. En esta pandemia no han sido eficaces desde el punto de vista de la salud.
- Realizar más acciones de control y seguimiento para verificar el cumplimiento de la normativa en las empresas que incluyan actividades con riesgo de caída en altura, atrapamiento o que trabajen con elementos cancerígenos y mutágenos.
- Prohibición de contratación con empresas que hayan sido sancionadas en materia preventiva.
- Exigir la elaboración de evaluaciones de riesgo psicosocial en todas la empresas de Hego Euskal Herria teniendo en cuenta que la pandemia ha venido a agravar, aún más, las condiciones psicosociales de las personas trabajadoras. Para ello, en el plazo de dos años todas la empresas deberán contar, al menos, con una evaluación de riesgos psicosociales e implantar medidas en caso de deficiencias. Además, será el personal de Osalan/ISPLN quien haga seguimiento del cumplimiento.
- Exigir un plan de contingencia y medidas preventivas y equipos de prevención adecuados en todas las empresas con la participación de los y las delegadas de prevención que se modifique con los cambios que vayan surgiendo, pero siempre garantizando unas medidas adecuadas contra la COVID-19 para minimizar la probabilidad de contagio en los centros de trabajo.