Convocadas cinco semanas de huelga en el colectivo de limpiadoras subcontratadas por la UPV/EHU y el Departamento de Educación

Se han cumplido cinco años desde que se iniciaron las negociaciones del Convenio Colectivo que rige las condiciones laborales en la que trabajan las limpiadoras subcontratadas por la UPV y por el Departamento de Educación. En este tiempo no se ha producido ningún avance, denuncian los sindicatos convocantes de la huelga.

Bajo el lema de “igual trabajo, igual salario”, no reclaman  más que la equiparación salarial respecto a las trabajadoras de limpieza propias del Gobierno Vasco. La diferencia salarial, actualmente, es superior a un 13% y continúa aumentándose cada año que deciden congelar nuestros salarios.

La discriminación no finaliza ahí. El 40% del personal subcontratado tienen jornadas parciales y por lo tanto, salarios parciales. Las empresas se niegan a tomar medidas que permitan ampliar las jornadas a través de un nuevo sistema de cobertura de vacantes. Esto significa condenar a las trabajadoras a una precariedad indefinida en el tiempo.

Además, recuerdan que las cargas de trabajo son insostenibles. Mientras que el personal laboral de limpieza en el Departamento de Educación consiguió limitar la carga de trabajo a 1.240 metros. Las trabajadoras subcontratadas llegan a limpiar entre 2.500 e incluso 2.800 metros diarios. Como consecuencia buena parte de la plantilla sufre de túnel carpiano, epicondilitis, tendinitis en el hombro, ansiedad...

Por su parte, el departamento de Educación y la UPV/EHU siguen licitando los servicios a la baja, adjudicando los contratos a la empresas que ofrecen los precios más bajos. Después manifiestan su dificultad para asumir las demandas que reclamamos porque el presupuesto no da y así han pasado cinco años.

"Nos han obligado a ir a la huelga por que la situación en insostenible. Hemos decidido parar para que alguien nos vea, para demostrar que también existimos y que, a pesar de ser subcontratadas, formamos parte de la Comunidad educativa. La mayoría de la plantilla somos mujeres trabajadoras que lo que pedimos es acudir a nuestros puestos en condiciones dignas. Algunas llevamos más de 30 años perteneciendo al centro, sin que nadie del mismo haya nunca preguntado jamás nuestro nombre".

Por otra parte, Colectivos de estudiantes han participado en las movilizaciones en estos meses. También parte del personal docente ha querido mostrarles su respaldo.