Educación desiste de su empeño de cambiar la gestión de comedores ante las convocatorias de huelga de ELA

11/03/2019
ELA denuncia la forma en la que el Gobierno Vasco impuso el nuevo modelo de gestión de comedores y cocinas; decidió excluir del debate a ELA y negarle cualquier tipo de información en relación al debate sobre el futuro del modelo de gestión. Una actuación y un proceder que calificamos de antidemocrático. Hoy, tras los días de huelga convocados, el Gobierno de Urkullu ha decidido retirar la instrucción de cambio de modelo de comedor. Se trata de una victoria del personal propio del departamento, así como del subcontratado. Una vez más, han demostrado que la huelga es un instrumento más necesario que nunca.

El 10 de enero el Gobierno Vasco abrió la posibilidad de que las AMPAs pudieran gestionar el comedor del centro. Con esta decisión el Gobierno Vasco dejaba en manos de las familias la carga administrativa de los comedores, desde la contratación del personal y la compra de alimentos hasta la gestión del comedor. Esta propuesta ponía en riesgo el empleo y las condiciones de trabajo de miles de personas.

ELA denunció esta decisión por varias razones: El Gobierno Vasco ha apostado por la privatización de este servicio y por reducir el personal que presta sus servicios directamente para el departamento en labores de cocina y limpieza. En este colectivo la eventualidad ronda el 70%; las cocinas están desapareciendo de las escuelas; cada vez son mayores las cargas de trabajo y ratios que deben asumir; sus funciones y categorías siguen sin reconocerse, renunciando así a la profesionalización del sector; han sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 12% durante los años de crisis; la brecha salarial es importante, etc. Por ello ELA ha convocado a la huelga a este colectivo para el 13 y 28 de marzo.

Con respecto al personal subcontratado por el Departamento de Educación, la propuesta de cambio de gestión planteada por el Gobierno deja en el aire la estabilidad de los puestos de trabajo de miles de mujeres, así como el convenio que se les aplica y sus condiciones de trabajo. ELA había llamado a la huelga a este colectivo para los días 20, 21 y 22 de marzo.

ELA denuncia la forma en la que el Gobierno Vasco impuso el nuevo modelo de gestión de comedores y cocinas; decidió excluir del debate al sindicato ELA y negarle cualquier tipo de información en relación al debate sobre el futuro del modelo de gestión. Una actuación y un proceder que calificamos de antidemocrático.

Hoy, tras los días de huelga convocados, el Gobierno de Urkullu ha decidido retirar la instrucción de cambio de modelo de comedor. Se trata de una victoria del personal propio del departamento, así como del subcontratado. Una vez más, han demostrado que la huelga es un instrumento más necesario que nunca.

No obstante, el paso dado hoy sigue siendo insuficiente. Exigimos al Gobierno que consolide los puestos de trabajo eventuales, revierta los recortes, dignifique las condiciones de trabajo de las trabajadoras y modifique su política de ratios, que hace inasumibles las actuales cargas de trabajo. Lakua debe optar por un servicio de calidad para los menores que hacen uso de los comedores. Mientras tanto, desde ELA seguiremos impulsando huelgas y movilizaciones para forzar al Gobierno que tome decisiones que vayan en otra dirección.

Recordemos además, que estos dos colectivos están totalmente precarizados y feminizados, algo que no es casual. Tanto el Gobierno Vasco como los partidos políticos en el poder están utilizando el 8 marzo para intentar despolitizar la huelga, adhiriéndose formalmente a ella, pero sin plantear propuestas de calado. A pesar de que el Gobierno Vasco tiene las herramientas para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de estas mujeres, lejos de tomar medidas contra la discriminación de género, en los ámbitos de su responsabilidad la fomenta. Tanto el colectivo de cocina y limpieza dependiente del Departamento de Educación como las trabajadoras subcontratadas de comedores son un claro ejemplo de ello.

ELA apuesta por un modelo de comedores escolares público basado en la alimentación de cercanía y ecológica, reforzando el papel educativo y garantizando siempre el empleo y las condiciones de trabajo de las personas que actualmente trabajan en el sector. Y tenemos claro que la lucha es el único camino para conseguirlo.