ELA convoca una huelga del 17 al 30 de octubre

Con unas 5.000 trabajadoras, es un sector totalmente feminizado, más del 90% de la plantilla son mujeres, lo que significa que predomina la precariedad con salarios bajos, jornadas parciales, grandes cargas de trabajo...


ELA convocó una huelga que tuvo un amplio seguimiento del pasado 22 al 28 de mayo para denunciar que las trabajadoras del sector llevan cinco años sin convenio, con una pérdida constante de poder adquisitivo. Más del 80% de las trabajadoras del sector tienen jornadas parciales, por lo que la mayoría percibe menos de 1.000 euros brutos al mes. No es difícil encontrarse con trabajadores con jornadas de 10 horas semanales que trabajan en más de una empresa.


De todas formas, la mesa negociadora sigue completamente bloqueada. La patronal sigue haciendo planteamientos regresivos, hace oídos sordos a la movilización de las trabajadoras y reitera que no está dispuesta a garantizar el poder adquisitivo. Como estos planteamientos económicos no garantizan el poder adquisitivo, condenan al personal de limpieza a una sistemática pobreza estructural. Mientras que todos los convenios sectoriales de Gipuzkoa han sido firmados con garantía de poder adquisitivo (Hostelería, Metal, Industria Alimentaria y Comercio, Textil...), en la negociación de este convenio la patronal no ha realizado ningún planteamiento que garantice el régimen de compra.



ELA lleva años denunciando la brecha salarial que sufren las trabajadoras del sector, una brecha que se ha ido agrandando y que en la actualidad es del 40%. Esto se debe en gran medida a que en los sectores masculinizados no se cuestiona que los incrementos salariales deban tener como referencia la capacidad adquisitiva, mientras que en la limpieza la referencia al IPC nunca ha sido una referencia válida para la patronal.



ELA es el sindicato más representado en el sector, más del 50% de la representación, y tiene claro que hará todo lo que esté en su mano para que el sector tenga unas condiciones laborales dignas y unos salarios que garanticen el poder adquisitivo. Dignificar las condiciones laborales de un sector clave.

Por otro lado, los clientes también deben responsabilizarse de los servicios que se prestan en sus instalaciones. Son estos responsables políticos que reclaman el salario mínimo interprofesional en la CAV los que luego están condenando a la precariedad en sus ayuntamientos a las trabajadoras de la limpieza, con salarios de 1.180 € brutos mensuales. Más allá de la propaganda, es hora de asumir responsabilidades políticas.



Por todo ello, ELA considera que es hora de retomar las movilizaciones. Tras reunirse con las trabajadoras del sector, ante la precarización que viven y la falta de voluntad de la patronal, han decidido recurrir a la huelga, que ha sido convocada del 17 al 30 de octubre. De no haber avances en la negociación, se recurrirá a la huelga indefinida. El objetivo de estas movilizaciones es claro: lograr un convenio de limpieza digno de Gipuzkoa que garantice poder adquisitivo a las trabajadoras y acabe con la precariedad.