ELA no firma el convenio de ambulancias para la CAPV

23/05/2019
ELA considera que se podría haber avanzado mucho más. Para el sindicato, las prisas de las últimas semanas han llevado a la firma de un convenio con más interrogantes que certezas. No hay garantías de aplicación de lo firmado. Nadie sabe a quiénes y cuándo se van aplicar las tablas salariales. Critica que la última palabra sobre su aplicación la tiene el Gobierno Vasco, y no se menciona ningún proceso de equiparación con el personal de Osakidetza.

El 23 de mayo ha tenido lugar la firma del Convenio de Ambulancias de la CAPV. La firma se ha llevado a cabo después de más de 3 años y 65 reuniones desde que se abrió la mesa de negociación. El tiempo transcurrido y el número de reuniones no es reflejo de una negociación real tan larga. Hemos estado meses, e incluso años, sin que la patronal se moviese de sus posiciones. Es sorprendente que ahora, cuando se está produciendo un evidente cambio en la representación sindical y gran parte de las plantillas han mostrado su disconformidad con el proceso negociador y sus contenidos, se acelere la firma de un convenio cuya vigencia se inicia el año 2020.

ESTRUCTURA DEL CONVENIO

El convenio se configura como convenio de contenidos y estructura. ELA está totalmente de acuerdo con blindarnos de los convenios estatales desde todos los ámbitos que podamos. Es más, gran parte de nuestra acción sindical está dirigida a eso.

Pero dentro de la estructura, este convenio también sustituye a los actuales convenios provinciales y le da prioridad aplicativa sobre los mismos. Eso deja en tela de juicio la posibilidad de que, si las mayorías así lo demandan, puedan abrirse ámbitos de negociación de carácter provincial. Negar de esa manera la negociación provincial, sin tener en cuenta las mayorías sindicales que eligen las plantillas en cada ámbito, es lo que permanentemente estamos denunciando de los sindicatos estatales.

GARANTÍAS DE APLICACIÓN

Las garantías de aplicación de este convenio son inciertas. Por un lado, el convenio se aplica desde el 1 de enero de 2020. Pero por otro, supeditan las nuevas tablas salariales y por tanto, todo incremento salarial, al momento del inicio operativo de las nuevas adjudicaciones o prórrogas de los servicios. Tenemos servicios recientemente adjudicados o cuyos pliegos se van a poner en marcha en 2019. ¿Cuándo se les van a aplicar las nuevas tablas salariales? El propio texto también recoge como requisito indispensable para aplicar las tablas salariales que exista financiación del Gobierno Vasco en los pliegos, con lo que, hasta la publicación de cada uno de los pliegos de condiciones no sabremos cuáles son las tablas salariales de aplicación.

Además, deja en inseguridad jurídica las condiciones de trabajo actuales desde la entrada en vigor del convenio (1 de enero de 2020) y la entrada en vigor de las nuevas tablas salariales (nuevo contrato administrativo o prórroga, si tiene financiación suficiente).

Una parte del sector, compuesta por pequeñas empresas con pequeñas plantillas, se queda fuera del convenio, ya que, pese a estar dentro del sector, no están sujetas a concursos públicos.

CONTENIDOS

Los contenidos generales del convenio se basan en un pacto de eficacia firmado en minoría por un solo sindicato en Bizkaia (2008/2012). Los contenidos que entonces fueron malos para la mayoría sindical ahora se dan por buenos para todas las plantillas de la CAPV. Estos textos han sido reiteradamente llevados a los tribunales y a Inspección de Trabajo por su ambigüedad y el aprovechamiento que las empresas hacían de ellos. Dicha ambigüedad continua, por lo que seguiremos viéndonos en los tribunales.

TABLAS SALARIALES Y PAGA DE EQUIPARACIÓN

Desde ELA somos conscientes de la complejidad que tiene la elaboración de unas únicas tablas salariales en un sector en el que conviven colectivos con convenios y condiciones laborales tan dispares. En ellas valoramos positivamente los incrementos que se producen a los colectivos más castigados y que sufren los salarios más bajos.

Llevamos años con este convenio. Muchos colectivos tienen sus condiciones congeladas desde hace muchos años. Creemos que un planteamiento de mínimos debería haber sido que ningún colectivo perdiese poder adquisitivo, en el sumatorio de los IPCs de los años sin convenio. No ha sido así, y hay colectivos que pierden poder adquisitivo.

Algo que nos resulta a todas luces discriminatorio es la denominada `paga de equiparación´. Es una paga que se plantea como sustitutiva de los atrasos. Con independencia de que las cuantías no cuadran con los `atrasos´, única y exclusivamente la cobrarán las personas que trabajen en el sector el 1 de enero de 2020, dejando fuera a quienes han trabajado estos últimos años, personal eventual actual, etc.

El convenio ni cumple, ni siquiera menciona, la equiparación con el personal propio de Osakidetza. ELA defiende que el personal del sector, sea subcontratado o no, tenga las mismas condiciones. Estamos en un momento en el que Osakidetza, ante las movilizaciones y demandas de ELA, va a tener que abonar la denominada `carrera profesional´a su plantilla propia. Estamos hablando de cantidades importantes que para nuestro colectivo no existen. El convenio es una oportunidad perdida para lograr la equiparación con Osakidetza.

Partiendo de la realidad actual, y entendiendo la complejidad de hacer un único convenio para la CAPV, consideramos que podríamos haber avanzado mucho más. Las prisas de las últimas semanas han llevado a la firma de un convenio con más interrogantes que certezas. No hay garantías de aplicación de lo firmado. Nadie sabe a quiénes y cuándo se van aplicar las tablas salariales. La última palabra sobre su aplicación la tiene el Gobierno Vasco. Los textos son ambiguos. No se menciona ningún proceso de equiparación con el personal de Osakidetza. Deja en tela de juicio las posibilidades de mejora en convenios provinciales, etc. En definitiva, y, tras la asamblea general de delegados y delegadas de ELA de toda la CAPV, valoramos este convenio como insuficiente en todos sus aspectos.

ELA va a continuar peleando por la reivindicación más justa: la equiparación con el personal de Osakidetza. Trabajaremos para cambiar las mayorías antes de que finalice este convenio y poder conseguirlo. Asimismo, dadas las escasas garantías de aplicación acordadas, mantendremos la presión para que estas condiciones, al menos, se cumplan.