Fin a las condiciones de esclavitud en hoteles de lujo #Landeia

02/01/2019
Recientemente las plantillas de los hoteles NH y Barceló-Nervión de Bilbao han conseguido una gran victoria sindical. El último número del Landeia recoge un amplio reportaje sobre el tema.

Tras 47 días de huelga, logran subidas salariales de hasta el 48%, mejoras en ratios, contrataciones y calendario laboral, así como la aplicación progresiva del convenio de Hostelería de Bizkaia

Joseba San Miguel e Isa García, responsables de ELA-Zerbitzuak en Bilbao, están exultantes. Han sido necesarios 47 días de huelga indefinida, de estar en la calle, de negociaciones, de discutir con las fuerzas del orden... Pero, finalmente, la plantilla de camareras y camareros de pisos de la subcontrata Constant que limpian las habitaciones de los hoteles NH y Barceló-Nervión, de Bilbao, en huelga desde el 2 de noviembre, han logrado su objetivo: acabar con la situación de explotación laboral que llevan años padeciendo: 2,5 euros por limpiar una habitación, jornadas interminables, ratios inasumibles (habitaciones a limpiar en tiempo récord), contratos en fraude de ley y salarios que, en el mejor de los casos, rozaban los 800 euros, pagas extras incluidas. A partir de ahora, y de manera progresiva, se regirán por el convenio de Hostelería de Bizkaia. Se acabaron las condiciones de esclavitud en hoteles de lujo.

-¿Cuáles son los puntos principales del acuerdo?

-Las condiciones de partida de las plantillas de Constant que limpian las habitaciones en ambos hoteles eran diferentes, así que los objetivos y los acuerdos también han sido diferentes. En NH ya habíamos conseguido el derecho a la subrogación, la contratación indefinida y mejoras en los ratios. El acuerdo, por tanto, se concreta en que a partir de enero de 2019 pasan de los 13.200 euros de salario anual a los 17.500 euros –33% de subida–, y en 2020 pasa a aplicárseles el convenio de Hostelería de Bizkaia en todo su articulado. Esto supone un 48%. También se ha negociado un calendario laboral personalizado trimestral en el que se establece horario de entrada, salida, descansos y vacaciones, que va a ordenar su vida laboral y, por consiguiente, personal. Asimismo, el Hotel NH se compromete a que, a partir de ahora, sus subcontratas aplicarán a sus respectivas plantillas el convenio de Hostelería de Bizkaia. Es un gran acuerdo.

La plantilla de Constant en Barceló partía de condiciones distintas, inferiores: había mucha gente con contratos a tiempo parcial y fraude generalizado en la contratación. Hemos negociado el pase a indefinido de la plantilla en fraude de ley y a quien se les acaba el contrato próximamente, así como la creación de una bolsa de trabajo con las personas que han trabajado los últimos meses. Se ha elaborado, también, un calendario trimestral, así como prioridad de las personas que están a tiempo parcial para acceder a contratos a jornada completa. También tenemos el compromiso de que no habrá despidos en un plazo mínimo de un año. Por lo que respecta al acuerdo salarial, se marcan unos salarios de 16.200 euros en diciembre de 2018; 17.500, el 1 de enero de 2019; 18.500 euros, el 1 de enero de 2020; y a partir del 1 de enero del 2021, se les aplicará el convenio de hostelería de Bizkaia en todo su articulado.

-¿Cómo se llega a la huelga?

-Esta huelga ha sido el final lógico de un proceso que iniciamos hace año y medio en NH. En aquel tiempo, a las camareras limpiadoras de piso les aplicaban el convenio estatal del grupo Constant, que marcaba unos salarios del 10.000 euros brutos anuales. Convocamos una huelga y logramos una subida hasta los 13.200 euros, así como bajar los ratios, subrogación del personal y contratación indefinida.

A partir de la publicación del convenio de Hostelería de Bizkaia en septiembre de 2018, teníamos claro que hay que luchar para aplicar este convenio, y en ello centramos nuestra acción sindical. En Constant hubo elecciones sindicales hace cuatro años; NH sí estaba sindicalizada pero en Barceló nos resultaba muy difícil.

El punto de inflexión fue el reparto de una hoja informativa que explicaba el trabajo que queríamos hacer conjuntamente y las condiciones laborales por las que podíamos luchar.

A raíz de eso se presentaron en ELA 50 personas y empezamos a trabajar la hipótesis de la huelga porque, pese a los requerimientos, Constant no quería negociar.

-Se convoca la huelga el 2 de noviembre, coincidiendo con los premios MTV en Bilbao y la respuesta es clara por parte patronal. Constant se niega a negociar y las cadenas hoteleras sustituyen a los huelguistas.

-Lejos de tratar de solucionar el conflicto, empezaron a contratar de manera irregular a la empresa Cor Outsourcing con el fin de sustituir al personal huelguista. Una situación de esquirolaje que pusimos en conocimiento de la Dirección de Trabajo y de la Inspección de Trabajo. Asimismo, ELA interpuso una demanda por vulneración de derecho fundamental.

Veinte días más tarde, Inspección nos dio la razón y abrió expediente sancionador a las empresas. A raíz de la demanda empezamos a negociar a tres bandas: con la subcontrata y con las empresas principales, las dos cadenas hoteleras afectadas.

-No ha sido una huelga fácil.

-Ninguna lo es. Pero lo cierto es que Constant ha actuado muy suciamente, aprovechándose de su vulnerabilidad –la inmensa mayoría son inmigrantes– y su desconocimiento de sus derechos. Nos hemos enfrentado, también, a dos cadenas hoteleras con políticas de subcontratación a la baja, que no han dudado en intentar vulnerar la legalidad, y al propio departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, que en vez de velar por los derechos de las personas huelguistas nos ha tratado como un problema de orden público.

Ha sido una huelga larga no porque ELA lo haya buscado. El conflicto se ha alargado por la mala fe y la pasividad patronal.

-La Caja de Resistencia ha sido otra vez un arma de vital importancia.

-Sin Caja, la huelga no hubiera sido posible. Y sin huelga no habríamos logrado dignificar las condiciones laborales de un colectivo de personas, inmigrantes en su mayoría, que estaba trabajando en unas condiciones laborales bajísimas. La victoria ha sido posible por su voluntad de luchar, pero también gracias a un sindicato como ELA, con organización y medios detrás.

-¿Retos a corto plazo?

-Vigilar que se cumpla lo pactado. Vemos el futuro con optimismo porque la plantilla de Constant no es la misma tras esta huelga. Se han empoderado y saben que la lucha es el camino y que tienen un sindicato que está dispuesto a recorrerlo con ellas y ellos.