Las trabajadoras exigen negociar un convenio digno

Las  trabajadoras de la limpieza de Gipuzkoa llevan cinco años sin convenio y ya han perdido un %15 de poder adquisitivo. Trabajan en condiciones precarias, más del 80% tiene jornadas parciales condenándolas a un salario inferior a 1000 euros brutos mensuales. La brecha salarial ha ido creciendo hasta situarse en el 40,46%. El IPC nunca ha sido una referencia válida para la patronal en el sector de la limpieza.

Ante el bloqueo de la mesa negociadora y el empeoramiento de condiciones que propone la patronal Aspel, las trabajadoras se han organizado con más de 600 trabajadoras, realizando más de 50 asambleas y han abierto diez nuevos ámbitos de negociación para conseguir un convenio digno que garantice el poder adquisitivo  y que acabe con la precariedad.

Durante los próximos meses solicitarán reuniones con las principales empresas y clientes de los servicios de limpieza para que asuman responsabilidades. Muchos de esos clientes son Ayuntamientos a los que exigen políticas reales para combatir la brecha salarial y la precariedad en los sectores feminizados.

La limpieza de edificios y locales es un sector totalmente feminizado,  más del 90% de las trabajadoras son mujeres, lo que constata que la precariedad tiene rostro de mujer. Salarios precarios, cargas de trabajo abusivas, jornadas parciales, invisibilidad... es el día a día de este colectivo.