Iberdrola obliga a la plantilla a volver a sus puestos de trabajo de forma presencial

24/06/2020
ELA denuncia que la compañía ha tomado la decisión de forma unilateral en contra de la opinión de todos los sindicatos, dando la espalda a las recomendaciones gubernamentales, anteponiendo el presencialismo al riesgo potencial y al derecho de conciliar. Considera incoherente que una empresa como Iberdrola, “comprometida supuestamente con la digitalización, la conciliación de la vida laboral y familiar, y con el medio ambiente, apueste por el presencialismo o la disminución de las horas de trabajo y la remuneración, en lugar del trabajo en remoto”.

ELA afirma que Iberdrola obliga a los y las trabajadoras a volver a sus puestos de trabajo de forma presencial, una decisión que el sindicato ha rebatido desde el principio. Asegura que la decisión tomada por la empresa acarrea consecuencias “perjudiciales e innecesarias” a la plantilla y anuncia que no descarta emprender acciones legales.

El 17 de junio la empresa comunicó a todos los sindicatos, y a la plantilla después, su intención de que el 100% del personal volviese a sus puestos de trabajo el 1 de julio. Aproximadamente un 30% ya venía realizándolo así, debido a su tipo de trabajo presencial y crítico, y el otro 70% lo realizaba desde casa en la modalidad de trabajo en remoto rotativo (en su Convenio no está recogida la modalidad del teletrabajo).

ELA asegura que no entiende en cambio de criterio, ya que, tal y como afirma, no ha habido ningún tipo de disfuncionalidad ni queja por parte de las diferentes jefaturas durante todo este periodo que se ha trabajado desde casa sino todo lo contrario: se ha reconocido y valorado positivamente el buen hacer de la plantilla.

A pesar de todo, la empresa obliga a todo el personal, con la negativa del 100% de los sindicatos, a una incorporación presencial saltándose todas las recomendaciones de los diferentes gobiernos y autoridades sanitarias relativo a priorizar y potenciar el teletrabajo donde sea posible. “Creemos que aumentar el riesgo de contagio, por mínimo que sea, no es una opción en la situación actual”, protestan los sindicatos.

Asimismo, denuncian que la compañía ha implantado medidas adicionales en materia de la conciliación de la vida laboral y familiar “pero no son ni tan efectivas ni atractivas para la plantilla; ya que obliga al personal interesado a asumir una merma salarial para poder conciliar, cuando en realidad no sería necesario si se siguiera trabajando en remoto como hasta ahora”.

ELA considera incoherente que una empresa como Iberdrola, “comprometida supuestamente con la digitalización, la conciliación de la vida laboral y familiar, y con el medio ambiente, apueste por el presencialismo o la disminución de las horas de trabajo y la remuneración, en lugar de trabajar en remoto”

El sindicato asegura que la Dirección de Iberdrola traslada una determinada imagen de compromiso a la opinión pública, que luego, “de cara a la plantilla es muy diferente”.