Las trabajadoras de limpieza de edificios y locales del Ayuntamiento de Donostia desconvocan la huelga tras una asamblea

El Ayuntamiento de Donostia decidió hace varios años subcontratar tanto el servicio de limpieza de edificio municipales como el servicio de la limpieza pública viaria. Hoy ambos servicios están en manos de la misma empresa privada: FCC. El servicio de limpieza de edificios es un sector feminizado donde el 95% de las trabajadoras son mujeres, en cambio, el servicio de limpieza viaria es masculinizado con un 80% de los trabajadores hombres. Feminizado y masculinizado sí, porque es una decisión consciente del sistema y de las empresas que, además, tiene una clara razón de ser: compensar económicamente mejor el trabajo realizado por los hombres, para que sigan siendo tienen mayor poder en las relaciones.

La brecha salarial de género es la diferencia existente entre los salarios de los hombres y de las mujeres expresada como un porcentaje del salario masculino, de acuerdo con la OCDE. Y lo decimos porque al parecer, algunos políticos y empresarios identifican brecha salarial con discriminación salarial, pero no es necesario la existencia de discriminación para poder afirmar que hay brecha salarial. La discriminación salarial es ilegal, la brecha salarial lamentablemente no.

Cuando comparamos los sectores de limpieza viaria y limpieza de edificios, estamos ante un claro caso de brecha salarial. En el caso que nos ocupa la brecha es del 7%, muy inferior a la que padecen otras compañeras de limpieza (hasta del 23%), gracias a la organización y movilización sindical de las trabajadoras de limpieza del Ayuntamiento de Donostia que con 32 días de huelga consiguieron la equiparación salarial a los salarios de la administración. Sin embargo, la brecha salarial abarca a todo el mercado de trabajo, incluida la administración, donde también los trabajos feminizados tiene un menor valor económico. Por ello, la brecha persiste y hoy es del 7%.

Las negociaciones para la renovación del convenio se iniciaron a principios de año y en cuanto a contenidos aborda dos ejes fundamentales: la eliminación de la brecha salarial y acordar un sistema que garantice un acceso objetivo a las vacantes que se produzcan en la empresa.

Las trabajadoras vienen de una pérdida de poder adquisitivo desde el último convenio. En aquel momento, se dejó en un segundo plano la reivindicación salarial por garantizar un sistema objetivo para el acceso a las vacantes definitivas. Tampoco se ha podido acordar con la empresa. Las vacantes definitivas se cubren de manera unilateral y no se tienen en cuenta los criterios aportados por el comité. En este punto, es importante destacar que hablamos de un colectivo con jornadas parciales y multicentros, por lo que un sistema objetivo para cubrir las vacantes definitivas con el que dar opción a las trabajadoras de la empresa, supondría mejorar las condiciones de trabajo en una gran medida.

En cuanto a la reivindicación salarial, la reivindicación es objetiva y de una clara justicia social: acabar con la brecha salarial que ya hemos mencionado.

Las tres centrales con representación en el comité de empresa (ELA 5, USO 3 y CCOO 1) hemos defendido las mismas reivindicaciones y convocado la huelga conjuntamente hasta el pasado miércoles 31 de octubre. La víspera, la empresa nos convocó de urgencia a una reunión para ese miércoles en la que la respuesta de la empresa a estas reivindicaciones fue inaceptable para ELA y CCOO. USO, en cambio, la valoró positivamente y el viernes llegó a firmar un preacuerdo en minoría.

Lamentablemente el preacuerdo no garantiza ni tan siquiera el poder adquisitivo, se acuerdo la regulación un sistema para recortar el complemento de de incapacidad temporal, se permite que la empresa decida unilateral y arbitrariamente el 25% de las vacantes y se obvia la existencia de una brecha salarial.

ELA critica duramente esta firma. Se trata de una empresa que hasta la fecha no ha firmado un acuerdo en minoría en Gipuzkoa, donde tenemos amplia tradición de negociación. Ésta es la primera vez que no se respeta la mayoría , y lo queremos decir bien claro. Además, es una empresa que trabaja para la administración pública y esperamos que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Donostia es conocedor de nuestras reivindicaciones. Se han hecho reuniones con el equipo de gobierno y con los partidos de la oposición. Solo los segundos hacen suya nuestra reivindicación. Es más, tanto el PSE como el PNV niegan la existencia de brecha salarial alguna.

Ante esta situación, las trabajadoras en asamblea realizada en la sede de ELA han decidido terminar con la huelga y celebrar una asamblea la próxima semana para acordar un nuevo calendario de movilizaciones. Asimismo, ELA emplazan a empresa y responsables del Ayuntamiento propiciar un acuerdo con la mayoría, que implique acabar con esta brecha salarial. Un acuerdo en minoría, además de ser un proceder profundamente antidemocrático, no da respuesta a la reivindicación mayoritaria y por tanto no resuelve el conflicto existente.