Lo más novedoso del Impuesto sobre la Riqueza y las grandes fortunas de la Diputación de Gipuzkoa es el nombre
En opinión de ELA :
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El IRGF mantiene el mínimo exento en 700.000 euros y la exención de vivienda habitual hasta los 300.000 euros, igual que lo hace en el Impuesto de Patrimonio.
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Este nuevo impuesto establecerá tres tramos, lo que reduce en cuatro el actual Impuesto sobre el Patrimonio. Este cambio que plantean afecta a la progresividad del impuesto. El actual Impuesto tenía un tipo aplicable entre el 0,20% y el 2,50%. El tipo máximo se aplicaba a las bases liquidables superiores a los 12,8 millones de euros. Con el cambio tributario que plantean ahora, lo tipos aplicables oscilan entre el 0,25% y el 1%, aplicándose el tipo máximo a las bases superiores a los 3 millones de euros. En consecuencia, la pérdida de progresividad es clara.
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En sentido contrario, elimina el "escudo fiscal" existente en la actualidad (el límite máximo a pagar en la suma de IRPF e Impuesto sobre Patrimonio) y no deja exentas a las participaciones en empresas.
Cabe recordar que con la reimplantación del Impuesto de Patrimonio que se derogó para el periodo impositivo del 2010, se han recaudado 35,8 millones de euros. Con el nuevo IRGF esperan recaudar 44,6 millones de euros, 8,7 millones más que en la actualidad. Sin embargo, la recaudación prevista en Gipuzkoa con el nuevo impuesto es inferior en 10 millones de euros a la obtenida en ese territorio en 2008 por el Impuesto sobre el Patrimonio.
La evolución de la recaudación desde el 2008 en los diferentes territorios de la CAPV ha sido la siguiente:
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ARABA
BIZKAIA
GIPUZKOA
2008
18.563.000
106.146.000
56.600.000
2009
692.000
2.310.000
46.642.000
2010
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2011
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2012
12.805.000
56.678.000
35.999.000
Fuente: Gobierno Vasco, Informe OCTE
Tomando como referencia el año 2008, el último en que los tres territorios coincidieron con el Impuesto de Patrimonio en vigor, vemos que cuatro años después, la bajada recaudatoria ha sido muy grande. Entre el 2008 y el 2012 Araba ha disminuido la recaudación por vía de este impuesto un 31%, Bizkaia lo ha hecho en casi un 47% y Gipuzkoa en un 36%.
Este nuevo impuesto que presentan cuenta con el respaldo del PSE, lo que permitirá su aprobación en Juntas Generales. Su portavoz deja clara la intención de presentar enmiendas. Al igual que sucedió con el apoyo que dieron a la reforma del IRPF y a la recuperación del Impuesto de Patrimonio, es de esperar que este nuevo proyecto tributario que han presentado sufra cambios y que la cuantía que esperan recaudar varíe a la baja, disminuyendo aún más el importe. En el caso de Araba y Bizkaia, todo apunta a que ninguno de los dos territorios vaya a plantear cambios en el Impuesto de Patrimonio (parece que optan por prorrogar el actual impuesto).
Al igual que dijimos a principios de año con las reformas tributarias pactadas en las Juntas Generales, estos cambios tributarios siguen siendo insignificantes. En aquel entonces, la Diputación defendía que “los cambios impositivos aprobados acercan Gipuzkoa a los países más avanzados de Europa en política social, aquellos que disponen de un sistema público fuerte basado en una fiscalidad potente y progresiva”. La realidad es que Gipuzkoa al igual que Hego Euskal Herria, sigue estando lejos de alcanzar el 38,4% de media de presión fiscal que hay en la Unión Europea, y seguirá estándolo a no ser que se dé un cambio radical en las políticas actuales que están abocando a HEH a que incremente el paro y a que las consecuencias sociales sean cada vez más alarmantes.
ELA exige la necesidad de democratizar la actuación de las Diputaciones, que, a pesar de estar al cargo de competencias importantes, carecen de transparencia informativa y de mecanismos de participación social a la hora de definir sus actuaciones. Ninguna Diputación ha realizado ningún tipo de proceso participativo con las organizaciones sindicales y sociales para abordar la reforma del Impuesto sobre Patrimonio.