ELA pide dejar de lado los criterios PISA y que se aborden las necesidades de nuestro sistema educativo
Como cada tres años, la publicación de los resultados PISA 2015 han generado opiniones diversas tanto en la comunidad educativa como en la sociedad.
Para ELA estas pruebas, dirigidas por la OCDE, son uno de los instrumentos principales de los poderes económicos para someter a la educación a sus intereses. Los exámenes tienen en cuenta de modo especial las áreas y habilidades que valoran las grandes empresas y entidades financieras (matemáticas, ciencias y comunicación) dejando de lado o en segundo lugar los conocimientos que no les son de utilidad (creatividad, pensamiento, espíritu crítico, cooperación…).
Estas pruebas tienen como objeto condicionar la educación mundial y somerterla a los intereses de los poderes económicos. Para ello utilizan los “malos” resultados para sus intereses para forzar cambios en los sistemas educativos y los “buenos” resultados para reforzar y extender esos sistemas educativos. A ello responden las continuas reformas educativas, tales como la LOMCE o Heziberri.
Más allá de los intentos y los instrumentos para someter la educación a los intereses económicos, nuestro sistema educativo tiene necesidades y retos evidentes que debemos abordar, tal y como viene insistiendo ELA.
En función de la riqueza generada, el Gobierno de Navarra invierte 1,9 puntos por debajo de la media europea, 343 millones de euros menos, y el Gobierno Vasco 1, 3 puntos menos, 842 millones menos. Y a esta escasa inversión se le suman los recortes impuestos los últimos años.
Para mejorar nuestro sistema eduvativo, tanto el gobierno de Iruñea como el de Gasteiz deben necesariamente aumentar la inversión. Deben abandonar las políticas de recorte y aumentar las plantillas y los recursos, reduciendo el alumnado por aula, reduciendo las cargas de trabajo, mejorando las infraestructuras, aumentando los recursos para las necesidades educativas especiales. Nuestro sistema educativo debe garantizar una educación integral que desarrolle todas las dimensiones personales y sociales, afrontar el reto de mejorar en equidad y crear alumnado euskaldun plurilingüe.