ELA se solidariza con la huelga general en Portugal
El conjunto de propuestas de cambios en la legislación laboral del Gobierno portugués, de implementarse, representaría un gran ataque a los derechos de los trabajadores y trabajadoras y una profundización del modelo basado en los bajos salarios y la precariedad laboral. Una estrategia para concentrar cada vez más la riqueza generada en las empresas y en las rentas más altas, mientras que los trabajadores y trabajadoras luchan por llegar a fin de mes.
Entre los puntos más alarmantes de la propuesta se encuentran la flexibilización y ampliación de los contratos de trabajo temporales y de duración determinada, permiso para tercerizar puestos de trabajo después de realizar despidos, la reducción del periodo mínimo de trabajo temporal y cambios que debilitan aún más el régimen de los trabajadores y trabajadoras de plataformas digitales, restringiendo la posibilidad de presumir la existencia de contratos con estas plataformas. A esto se suma la reinstauración de un banco de horas individual y colectivo, que puede aumentar las horas de trabajo sin compensación extra, y medidas que restringen los derechos fundamentales de las madres lactantes, reduciendo la baja por maternidad e imponiendo mayores trámites burocráticos, entre otras medidas que afectan a la vida de los trabajadores y trabajadoras con hijas e hijos.
Otro aspecto preocupante del paquete es el conjunto de restricciones impuestas a la actividad sindical en empresas sin trabajadores y trabajadoras sindicalizados. La propuesta también limita el derecho de reunión, permitiéndolo únicamente fuera del horario laboral, y condiciona la simple publicación de información sindical en las instalaciones de la empresa a la autorización del empleador.
En la práctica, estos cambios tienden a afectar con mayor dureza a los sectores más precarios de la sociedad, reforzando las desigualdades que recaen principalmente sobre las mujeres, la juventud, los y las inmigrantes y los segmentos profesionales expuestos a la inestabilidad y a los bajos ingresos.
Estamos siendo testigos de una ola de ataques contra los derechos e intereses de la clase trabajadora en toda Europa y nuestra respuesta debe ser y será fuerte. La movilización y la huelga son la respuesta necesaria para demostrar al poder económico y político la voluntad de trabajadores y trabajadoras de luchar por una vida mejor y un futuro digno.
La multitud que tomó las calles de Portugal el 8 de noviembre ya mostró la voluntad de la clase trabajadora portuguesa para luchar contra este Gobierno del capital y su reforma laboral, pero también para reclamar un aumento de los salarios, de las pensiones y por la mejora de los servicios públicos. El día 11 de diciembre la lucha continúa para frenar los ataques y avanzar en la conquista de derechos laborales, sociales y democráticos.
Ese día y todos, la CGTP-IN puede contar con el apoyo de ELA. La solidaridad internacional en estos momentos es muy importante entre quienes compartimos las mismas luchas, por eso, desde Euskal Herria expresamos toda nuestra solidaridad en este día de huelga general.
¡Vuestra lucha es nuestra lucha!