El dictamen aprobado por el Parlamento de Navarra sobre el Plan Reactivar Navarra – Nafarroa Suspertu no busca modificar la fiscalidad
El Pleno del Parlamento de Navarra ha aprobado con los votos a favor de PSN y Geroa Bai y las abstenciones de Navarra Suma, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E el dictamen sobre el Plan Reactivar Navarra-Nafarroa Suspertu. Se trata de un dictamen no vinculante, y, por tanto, queda en manos del Gobierno de Navarra la redacción última del Plan. No obstante, este dictamen sí sirve para ver cuál será la línea de este Plan: mantener los privilegios a las rentas altas y a las empresas a costa del resto de la sociedad.
ELA ya viene advirtiendo de que si no hay un cambio en la política fiscal para aumentar la recaudación a través del Impuesto sobre Sociedades y aumentando la carga impositiva a las rentas más altas, volverán los recortes y las políticas de ajuste. Las empresas, y sobre todo las grandes empresas, gozan de un tratamiento privilegiado en Navarra, donde la presión fiscal del Impuesto sobre Sociedades es la menor de todo el Estado.
El dictamen aprobado por el Parlamento no prevé en ningún momento medidas para aumentar la recaudación, cuando la previsión es que caiga más de un 20%, y mucho menos que esto sea a cargo de las rentas que gozan de un trato privilegiado. Este dictamen no prevé ningún presupuesto ni menciona cómo se financiarán las medidas que propone.
Resulta llamativo como el dictamen recoge medidas que resultarían realmente positivas pero que no están en manos ni del Parlamento ni del Gobierno de Navarra (como serían la derogación del artículo 135 de la Constitución y de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, por ejemplo), y en cambio en las que sí hay competencias y una responsabilidad directa no se toman decisiones, como sucede con la política fiscal.
Por otro lado, este dictamen apuesta por el dialogo social, un entramado que históricamente solo ha servido para financiar a UGT, CCOO y la patronal, en un contexto además en el que UGT y CCOO no representan tan siquiera al 50% de los trabajadores y trabajadoras navarras. Este sistema de diálogo social está hecho a medida de la patronal, puesto que le permite vetar cualquier acuerdo que perjudique a sus intereses, y acaba convirtiéndose en un instrumento que legitima las políticas antisociales del Gobierno.
ELA emplaza al Gobierno de Navarra y a todos los grupos parlamentarios a no seguir ahondando en ese camino de descrédito social para lo que es necesario derogar el Consejo de Diálogo Social. ELA apuesta por dar una salida justa a la crisis y no repetir las fórmulas de 2008. Está en manos del Gobierno de Navarra y del Parlamento de Navarra, sólo se requiere voluntad política para que esta crisis no recaiga otra vez sobre la clase trabajadora y sobre los colectivos más vulnerables.