ELA denuncia la destrucción de empleo y la prrecariedad en Kutxabank

11/02/2016
ELA denuncia la destrucción de empleo y la prrecariedad en Kutxabank
ELA quiere denunciar que en Kutxabank desde el inició de su andadura, y tras las prejubilaciones pactadas en el último Acuerdo Laboral, se han destruido 1.475 puestos de trabajo directos, a los que habría que sumar los destruidos indirectamente. Como consecuencia de la aplicación de este Acuerdo se han destruído 308 empleos.

El banco maquilla las carencias de plantilla que se derivan de esta grave destrucción de empleo con la vieja receta de la contratación precaria y el traslado traumático. Hace ya tiempo que en Kutxabank, la entidad más solvente del sistema financiero, se instaló la precariedad porque el banco optó, y sigue haciéndolo, por la contratación temporal y contratos en fraude de ley para hacer frente a las crecientes necesidades estructurales de empleo. Como consecuencia de esta decisión, la precariedad crece y crece exponencialmente en la entidad, tal y como se puede observar en el cuadro adjunto:

 

PRECARIEDAD EN KUTXABANK

2014

2015

Jornadas Temporales Contratadas

30.297

41.740

Trabajadores/as Temporales a tiempo completo

138

191

ELA quiere denunciar que en el año 2015 se han contratado 11.443 jornadas más que en el 2014, lo que supone un incremento del 38%. Si en el año 2014 el banco hubiera podido contratar a 138 trabajadores/as a tiempo completo, en el 2015 la cifra de jornadas contratadas hubiera posibilitado la contratación indefinida de 191 empleados/as. No ha sido así porque Kutxabank no ha querido, pues el actual Plan de Desarrollo de Negocio tiene como único objetivo perseverar en la destrucción de empleo.

ELA también quiere denunciar la situación de las empleadas/os trasladados desde la Red de Expansión hacia Euskadi. Con las últimas 21 notificaciones ya han sido 284 los compañeros y compañeras que desde el año 2012 han sido invitados a abandonar el banco vía traslado traumático.

La empresa no considera “significativos” estos cambios, pero estas decisiones, más que cuestionables, están trastocando la vida de los que han sido trasladados/as: alejamiento de sus familias, traslados en pleno curso de los hijos/as escolarizados, tratamientos médicos interrumpidos, etc.

Los actuales dirigentes de Kutxabank, al igual que los anteriores, entienden el camino hacia la eficiencia como una profundización en la precariedad, el cierre de oficinas y la movilidad geográfica traumática. Es una vieja receta que, además, se ha demostrado totalmente ineficiente y a la que desde ELA nos hemos opuesto siempre.

Si el compromiso social de Kutxabank, como empresa con profundas raíces públicas en su origen, lo medimos en términos de creación de empleo y función social debemos concluir que el banco se ha desarraigado de la sociedad que lo creó y a la que debería servir, dándole la espalda, precisamente, en los momentos más duros de la actual crisis.