La vivienda no es un derecho en Navarra, es un negocio

20/02/2020
El acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Navarra y el fondo buitre Testa Residencial para que el precio del alquiler sea de 650 euros no es ni siquiera un parche a este problema, además de que conlleva un enorme impacto de genero

En Navarra hay cientos de familias que pasarán de tener un alquiler protegido a que su vivienda dependa de un fondo buitre (Testa Residencial en este caso). Esto se debe a la compra de viviendas por parte de fondos buitre tras quedar estos edificios descalificados como vivienda protegida. Se trata de promociones de vivienda protegida que en su día promovieron entidades financieras y que durante 20 años estaban obligadas a destinarlas a alquiler social. A partir de este año, sin embargo, se acaba la calificación y las pueden vender o alquilar. Esto supone para quienes viven allí que el precio del alquiler se disparará y que no tengan ninguna garantía de poder seguir en su vivienda, ya que ahora serán propiedad de este fondo buitre.

Esta situación es fruto del fracaso de la política de vivienda en Navarra, y demuestra que la vivienda no es un derecho, sino un negocio.

El acuerdo entre el Gobierno de Navarra y el fondo buitre para que el precio se incremente hasta los 650 euros ni siquiera supone un parche a este problema, ya que muchas de estas familias no podrán pagar este precio (este incremento supondrá doblar el alquiler que han venido pagando hasta ahora para muchas familias). Además, la brecha salarial y la brecha de pensiones hace que esta medida tenga un enorme impacto de género.

Esta situación refleja para quién se hace la política de vivienda y qué intereses se protegen: mientras los fondos buitre apenas pagan impuestos y tienen un tratamiento fiscal privilegiado la gente con menos recursos tiene que abandonar su vivienda o pagar mucho más por ella.

ELA reclama una parque público de vivienda protegida de alquiler como medida para garantizar el acceso a una vivienda digna y adecuada.