Tan sólo 3 trabajadoras para dar de comer a 325 alumnas y alumnos en el colegio JM Barandiaran de Iruña de Oca

08/09/2017
El Departamento de Educación ha permitido que tan sólo haya 3 trabajadoras para dar de comer a 325 alumnas y alumnos en el colegio JM Barandiaran de Iruña de Oca. Esta es solo una muestra más de la grave precariedad que sufre el colectivo de las y los cocineros y las personas encargadas de la limpieza, sin duda, dos de los colectivos más desfavorecidos dentro de este sector.

El personal de Cocina y Limpieza es uno de los colectivos de la enseñanza pública peor tratados por el Departamento de Educación. La administración busca su privatización y desaparición. El departamento ha ido dejando este servicio imprescindible en manos de empresas privadas, y ha logrado que los y las empleadas públicas queden reducidos a unos pocos centros. Hoy este colectivo sufre un 63% de temporalidad: Más de 500 personas, de un total de 800, tienen contrato temporal. Además, su media de edad supera los 55 años.

Aunque muchos cocineros y cocineras eventuales ocupan año tras año puestos de trabajo estructurales, dando de comer a un número creciente de alumnos y alumnas, no trabajan a jornada completa, en contra de su voluntad. Por el contrario, el Gobierno Vasco recurre una y otra vez a “contratos de apoyo” de nueve meses para cubrir necesidades estructurales, incurriendo en fraude de ley. El departamento de Educación cubre con este tipo de contratos de apoyo unas 400 horas de trabajo. El año pasado se firmaron 23 “contratos de apoyo” a jornada completa, 33 a media jornada o más horas, y muchos de 2 ó 3 horas. Aunque ELA ha denunciado esta práctica repetidamente, año tras año el Gobierno Vasco se niega a darle solución.

Por si esto fuera poco, al estar limitados por ley a nueve meses, los “contratos de apoyo” no permiten abarcar el curso de septiembre a junio, y en consecuencia en las primeras semanas de septiembre los centros carecen de esas contrataciones, lo que les obliga a funcionar con 400 horas de trabajo menos; esto implica un aumento insoportable de la carga de trabajo del personal de cocina presente.

Todo ello ha provocado que en este inicio de curso Educación destine únicamente a tres personas a la cocina del centro J.M. Barandiaran de Iruña-Oka, que deben atender a 325 alumnos y alumnas. Esto es, si en función de las ratios debería haber como mínimo 4 personas a jornada completa, el departamento obliga a trabajar al personal con un cocinero menos y duplicando la carga de trabajo.

Ante la denuncia del personal, el Gobierno Vasco ha subcontratado a media jornada a una persona a través de una empresa de catering para dar de comer a 75 alumnos y alumnas, cuando la jornada debería ser completa.

ELA denuncia la precariedad estructural que sufre el colectivo de cocinas y limpieza, así como los “contratos de apoyo” y subcontrataciones inaceptables para cubrir puestos y necesidades estructurales.

El sindicato exige al departamento de Educación que ponga fin inmediatamente a esta situación y emprenda una negociación para solucionar la precariedad en el sector.