La enseñanza pública soporta un ERE camuflado

El origen de estas medidas hay que buscarlo en las políticas económicas decididas por el Gobierno Vasco y por el propio Departamento de Educación y, especialmente en las relativas a la planificación, derivadas del acuerdo laboral de 2010 impuesto por ese mismo Departamento y los sindicatos con representación minoritaria entre el profesorado.
Aumentan continuamente las tareas del profesorado y de los claustros de los centros educativos, cada vez hay más problemas para responder a todo lo que se nos demanda, para mantener el nivel de calidad de la educación que recibe el alumnado, para desarrollar los proyectos en los centros y para llevar a cabo la formación y la organización del centro conforme a parámetros mínimos.
No se ha dotado a las plantillas de los recursos necesarios para hacer frente a la subida que ha experimentado la matrícula. No se ha aumentado el profesorado en proporción al aumento del alumnado y este hecho ha traído una pérdida de recursos por segundo año consecutivo.
Qué decir del terrible proceso de empeoramiento que están sufriendo las condiciones laborales del personal sustituto. Se les ofrece cada vez menos trabajo y con más retraso produciéndose un auténtico ERE camuflado.
La nueva normativa de cobertura de las sustituciones perjudica directamente a la calidad de la enseñanza. ¿Cómo llamar, si no, al hecho de que las alumnas y alumnos tengan que estar 5 días o más sin que se envíe a la persona que ha de cubrir la sustitución?
A pesar de todo esto, en los centros se sigue superando el día a día, aun sabiendo que estos recortes perjudican directamente la atención que recibe el alumnado, que los proyectos sólo se desarrollan parcialmente y que, es el trabajo voluntario del profesorado la base más importante para seguir avanzando.
Ya sabemos que los recortes aplicados en nuestro sistema público no son como los que se están aplicando en zonas cercanas. Pero esto no puede ocultar las restricciones que se están dando, ni sus consecuencias.
Desgraciadamente, el profesorado no es el único sector que está sufriendo recortes. Los padecemos todas las personas que trabajamos en la enseñanza, ya que básicamente estamos ante unas decisiones que ponen en duda la propia existencia de la educación como servicio público y, en ese sentido, se están atacando las condiciones laborales de quienes trabajamos en la Enseñanza.
En la enseñanza pública tenemos muchos motivos para movilizarnos, para protestar, para expresar nuestro enfado... porque no aceptamos los recortes y porque, como hemos hecho hasta ahora, reivindicamos la mejora de las condiciones laborales y el fortalecimiento de la Escuela Pública. Queremos ratificar que exigimos a la administración que abra negociaciones y que hemos puesto sobre la mesa peticiones muy concretas, entre ellas la cobertura de las sustituciones desde el primer día, la mejora de las condiciones laborales del profesorado sustituto o la no discriminación en las condiciones para la jubilación.
Por todo ello, los sindicatos STEE-EILAS, LAB y ELA llamamos a todo el profesorado de la enseñanza pública a participar en las movilizaciones convocadas para el próximo 27 de octubre junto a las demás trabajadoras y trabajadores de la Enseñanza, porque son necesarias las fuerzas de todas y todos para hacer frente a esta situación. En esta línea de denuncia y protesta, los próximos días pondremos en marcha diversas iniciativas hasta conseguir una auténtica negociación