UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

Vivencias de una precaria durante cuatro años (*)

17/04/2024
(*) Este es el testimonio anónimo de una profesora precaria que trabaja en la Universidad del País Vasco. Desgraciadamente, son muchos los casos parecidos.

A mediados de septiembre de 2019 recibí una llamada para hacer una sustitución de jornada completa en Leioa, hasta finales de enero. Entre febrero y septiembre de 2020 estuve cobrando el paro. Entretanto, llegó el Covid y tuvimos que estar confinados en casa sin trabajar, con el cansancio y el desgaste psicológico que eso conlleva. A mediados de septiembre me llamaron para hacer otra sustitución de jornada completa, esta vez en San Sebastián y hasta finales de abril. Entre abril y mediados de septiembre de 2021 estuve cobrando el paro. A mediados de septiembre me volvieron a convocar, esta vez para ir a Vitoria y, en lugar de tener una jornada completa, cumplir seis horas de contrato. Tenía la opción de complementar la otra parte con el paro, pero 13 meses después, cuando estaba a punto de terminar el paro, me llamaron de nuevo de la UPV para hacer una sustitución de jornada completa. Decían que sería breve, pero que no sabían, ni en las bolsas ni en el departamento, cuándo iba a finalizar. Teniendo en cuenta que estaba a punto de terminar el paro, acepté el trabajo. Dos meses después me ofrecieron otra sustitución mejor, al menos hasta el 31 de agosto. Teniendo la seguridad de que cobraría el verano, la acepté. Empezé a trabajar en ese departamento y aparecieron más bajas. Aunque en el primer cuatrimestre de mi contrato de seis horas tenía incluidas todas las horas del curso completo, en el segundo cuatrimestre tenía que hacer más horas de las que tiene permitidas la UPV porque no mandaban sustitutos. Todas las horas de más que metí con un contrato de seis horas, en vano, en el segundo cuatrimestre no tenía posibilidades de equilibrarlo. Continúo con esa sustitución, a gusto, pero sin saber muy bien cuándo finalizará. Parece ser que el departamento tiene orden de sacarla a concurso después del verano.

El anterior es un relato desde el punto de vista económico y de duración, pero de cara a la docencia el resumen hubiera sido que en estos 5 cursos he tenido que preparar 8 asignaturas diferentes, tutorizar a alumnos de Practicum I, II y GRAL de 3 grados diferentes y estar en varios tribunales de GRAL. Mientras tanto, he trabajado en 3 departamentos, 4 grados y 5 módulos diferentes y he tenido la oportunidad de conocer los 3 Campus de la UPV.

Es difícil recordar cuántos momentos malos ha habido y cuántas presiones, ausencias, nervios y ansiedad se pasan, por ejemplo, cuando hay que preparar nuevas asignaturas. En algún caso he tenido suerte y el departamento me ha dejado unas dos semanas para la preparación de la asignatura. Otras veces, con el departamento completamente saturado, inmediatamente después de firmar el contrato, el mismo día, me han metido en la clase. A veces el profesor o la profesora que sustituyes te pasa unos apuntes. En otras ocasiones no hay casi nada y el Departamento ni siquiera sabe qué hacerte llegar: “en la web está colgado el programa oficial. A ver si te las arreglas con eso”. Y tienes que arreglártelas. Y todo eso, por supuesto, mientras preparas tu tesis doctoral. “Ya sabes, aquí no hay trabajo sin ser doctor. Y también te conviene aprender inglés”. Sí, claro, lo tengo claro, sin duda, pero ¿cómo? ¿Cuándo? ¿De dónde saco el tiempo? ¿ Rebajando radicalmente la calidad de la enseñanza a los alumnos y las alumnas? ¿Sin preparar las clases? ¿O alargando constantemente los tiempos para realizar mi tesis?

Y, cuando estás sumido/a en esa ansiedad, cambian las reglas de juego y el rectorado propone poner patas arriba las condiciones de las bolsas de trabajo y todos los sindicatos excepto ELA lo acuerdan y deciden. Y si esto fuera poco, aunque al inscribirte en las bolsas de trabajo la propia UPV/EHU te pide que comuniques si quieres trabajar jornada completa, parcial o ambas, la propia UPV/EHU manifiesta públicamente que no existen las sustituciones de jornada completa para no pagar los contratos de 8 horas como jornada completa.

Este modelo de gestión de la UPV está totalmente agotado.