“El sistema de contratación está corrupto en Osakidetza” #Landeia

28/06/2019
Esther Saavedra, responsable de ELA en Osakidetza, destaca en la revista Landeia el trabajo del sindicato en defensa de un sistema público de salud de calidad.

Filtraciones en la OPE, obligación judicial de pagar los 130 millones de euros que adeuda a 11.000 trabajadores y trabajadoras en concepto de complemento salarial, desmantelamiento de servicios básicos, privatizaciones... Esther Saavedra analiza la actual coyuntura del servicio vasco de salud

ELA ha ganado una sentencia que obliga a Osakidetza a resolver las convocatorias de desarrollo profesional que lanzó en 2011 y que suspendió de manera unilateral y a abonar los complementos salariales correspondientes, que ascienden a unos 130 millones de euros. ¿Cuándo se cobrará ese complemento?

Desde que Osakidetza, de manera unilateral, suspendiera las convocatorias de desarrollo profesional en 2011, ELA inició una doble vía: la sindical, con movilizaciones, y la jurídica. A pesar de que el modelo de desarrollo profesional existente no era el nuestro, fuimos el único sindicato que agotó la vía jurídica, logrando , finalmente, una sentencia favorable. Ha sido un triunfo jurídico muy importante: afecta a unos 11.000 trabajadores y trabajadoras que van a recibir en torno a 130 millones de euros. Volviendo a la pregunta concreta, Osakidetza ha afirmado que antes de final de año va a pagar. Si no lo hace, solicitaremos al juzgado la ejecución inmediata de la sentencia. Osakidetza ha agotado la vía jurídica y se negó en su día a negociar un calendario de plazos. Hay una sentencia y tienen que cumplirla.

Afirmas que ésta es solo una parte del total de la deuda que Osakidetza tiene con su plantilla, y que vais a seguir peleando...

La normativa habla de convocatorias anuales, y desde 2011 no ha habido ninguna. Calculamos que puede haber en torno a 25.000 trabajadores y trabajadoras que no han podido presentarse, por lo que no están cobrando ningún complemento, o que podrían haber accedido a un nivel superior. Hemos iniciado ya la vía jurídica y tenemos ya preparadas en torno a 1.000 reclamaciones individuales. Seguiremos trabajando en un doble vía: la de la movilización y la jurídica, que son complementarias.

En este sentido, me gustaría destacar el excelente trabajo realizado por los servicios jurídicos del sindicato; es para estar muy orgullosos.

Se ha demostrado que la suspensión de las convocatorias de desarrollo profesional era un recorte encubierto, que ha creado, además, dobles escalas salariales…

Esta sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco revierte uno de los muchos recortes aplicados a la plantilla, que han situado la pérdida de poder adquisitivo durante estos años en el 21%. Hemos sufrido destrucción de empleo, recortes en la IT, en las primas de jubilación anticipada, privatizaciones... El ataque a nuestras condiciones laborales ha sido terrible.

Y se ha evidenciado, además, la voluntad de nuestros gobernantes de aplicar políticas más restrictivas incluso que las de Madrid. Recordar que la sentencia de primera instancia sobre el desarrollo profesional señalaba que a partir de 2015 Osakidetza pudo levantar la suspensión del abono de las cantidades adeudadas y no lo hizo. Es muy importante denunciar que Osakidetza ha generado una doble escala salarial entre quienes han podido acceder al desarrollo profesional y cobran, y quienes, aún teniendo los mismos méritos, no cobran. Ha creado una discriminación inaceptable que exigimos que subsane de manera inmediata.

Es paradójico que estando en contra de este modelo de desarrollo profesional ELA haya sido el garantes de su cumplimiento.

El actual modelo de desarrollo profesional no se basa en criterios objetivos, resulta discriminatorio. En este sentido, reivindicamos la negociación de un nuevo modelo de desarrollo profesional. Eso no es óbice para, en su día, haber valorado que la suspensión de las convocatorias era un recorte encubierto que perjudicaba a la plantilla, por lo que decidimos recurrir la suspensión. ELA está para defender a las y los trabajadores, por encima de otras cuestiones.

Cuando la salud se convierte en un ámbito de negocio, malo…

Así es. Pierde la plantilla de Osakidetza, en primer lugar, y también el conjunto de la ciudadanía. La calidad de nuestro servicio vasco de salud es cada vez peor, y el personal está al límite, en muchos casos. Hace unos años lanzamos una campaña reivindicando la creación de 5.000 nuevos puestos de trabajo en Osakidetza, y no sólo no ha sido así, sino que se han destruido 3.000 empleos. Y la temporalidad alcanza el 40%. Todo eso tiene un reflejo indudable en la calidad asistencial.

La Atención primaria ha explotado. Se han realizado ya tres jornadas de huelga con un seguimiento muy importante. ¿Qué está pasando?

ELA lleva denunciando desde el 2007 el desmantelamiento de la atención primaria, precisamente en un momento en el que vivimos un envejecimiento de la población y un aumento de la cronicidad y la dependencia. La apuesta de Osakidetza por la atención hospitalaria ha supuesto un recorte tremendo de recursos tanto económicos como humanos en los ambulatorios, lo que se traduce en plantillas raquíticas absolutamente desbordadas por el trabajo. Con el agravante de que las bajas de médicos no se cubren porque, en muchos casos, no hay profesionales. Eso lleva a que los profesionales que están tengan que asumir su cupo y el del personal no cubierto, enfermeras realizando funciones que no le son propias, la administración desbordada...

La calidad del servicio se ha mantenido hasta ahora gracias al esfuerzo y el compromiso de los profesionales, pero si no se toman medidas inmediatas la atención primaria y, en consecuencia, nuestra salud, va a ir de mal en peor.

¿Cuál es la alternativa de ELA?

Estabilización de las plantillas, más personal, concreción de funciones y una apuesta por otro modelo de atención primaria que apueste por la promoción y la prevención de la salud. Al abordar la situación de nuestros centros de salud hay que destacar que hacen falta más médicos de familia. Hemos reivindicado en numerosas ocasiones que Osakidetza aborde el tema de los cupos del MIR o, en su defecto, ponga en marcha una formación propia para médicos que nos permita contar con profesionales en las especialidades que escasean.

El problema de la atención primaria no se soluciona aumentando las retribuciones a unos pocos, que suele ser la forma en la que Osakidetza suele cerrar en falso los conflictos. Y es previsible que en verano la situación empeore. La solución que propone Osakidetza es restringir el horario de atención en los ambulatorios y derivar a los pacientes a los hospitales. Vamos, trasladar el problema pero no solucionarlo.

Las tres jornadas de paro y movilización que se han llevado a cabo han tenido un seguimiento muy importante; todos los profesionales están implicados en la pelea. La idea es continuar con las movilizaciones como único camino para que Osakidetza se mueva.

La última OPE de Osakidetza está siendo investigada por la Fiscalía del País Vasco a petición, entre otros, de ELA, por indicios de fraude en los exámenes de varias categorías de médicos. ¿En qué momento se encuentra este proceso?

Desde el principio ELA exigió una investigación rápida, rigurosa e independiente y solicitó la suspensión del proceso selectivo de las categorías médicas. Así mismo, presentamos una denuncia ante la Fiscalía del País Vasco en la que solicitamos que se investigara lo sucedido, a fin de que se depuren las correspondientes responsabilidades políticas y penales. ELA lleva años denunciando que hay un sistema fraudulento detrás de la contratación de facultativos. Lo ocurrido en varios exámenes no es un fenómeno aislado, sino una muestra más de un sistema corrupto, al frente del cual están varios jefes de servicio. Mientras continúe este sistema, nada cambiará.

Osakidetza está pidiendo personarse como parte perjudicada cuando son parte activa en el fraude. El informe de la fiscalía afirmaba que Osakidetza ha tenido intervención directa en las filtraciones...

La actitud de Osakidetza es indignante. Se han negado a una investigación seria y a depurar responsabilidades por lo sucedido y encima pretenden personarse como parte perjudicada… La realidad es que ha habido solo un par de salidas en el departamento de recursos humanos, que han desligado de la OPE, y el consejero Jon Darpón dimitió tarde y mal, y negándolo todo. Le ha sustituido en el cargo Nekane Murga, un cambio de cara pero no de fondo, ni de sistema, ni de política. No es la primera vez que una OPE de Osakidetza se ve salpicada por casos de fraude en la misma, con el daño enorme que eso supone para el conjunto de la administración pública.

Otro de los caballos de batalla de ELA en Osakidetza es la lucha contra las privatizaciones.

Osakidetza lleva años desprendiéndose de servicios que antes eran públicos como cocina y mantenimiento, sin que ello haya supuesto ningún ahorro y sí un deterioro de la calidad del servicio. La lucha contra las privatizaciones es una constante de nuestra acción sindical, con mayor o menor éxito. En el nuevo Hospital de Urduliz hemos conseguido parar la externalización de la cocina gracias a las movilizaciones. En Txagorritxu también hemos conseguido parar, hasta ahora, los intentos de privatizar el servicio de mantenimiento. En Eibar, estamos luchando contra los intentos de privatizar parte de las labores de cocina...

Ahora nos enfrentamos a una nueva fórmula de privatizaciones encubiertas como es el caso del Oncológico de Donostia. Hasta hace poco, este centro privado –pertenece a la Kutxa– tenía un convenio con Osakidetza, pero a partir de ahora, en vez de publificarlo, Osakidetza financiará parte de su actividad. Kutxa se queda con los servicios rentables y Osakidetza destina dinero público a los deficitarios. Se da una interferencia clara entre lo público y lo privado, sin olvidar que con este sistema se pone en entredicho la calidad del servicio público de salud y los medios públicos.

Y en este contexto en unos meses habrá elecciones sindicales, las primeras con los nuevos ámbitos. ¿Qué espera ELA de esta cita?

Son unas elecciones muy importantes marcadas por la situación que atraviesa el sector y con la incertidumbre de los nuevos ámbitos electorales que coinciden con las tres Organizaciones Sanitarias Integradas: atención primaria, atención especializada y comités de empresa. Creo que ELA ha realizado una actividad sindical ingente, con victorias muy importantes como el desarrollo profesional, la lucha contra las privatizaciones... Hemos hecho propuestas, las hemos socializado, hemos estado a pie de ambulatorio, a pie de hospital, con la gente que peor está... Estoy convencida de que ese trabajo va a dar frutos.

Nuestro mensaje, además, es muy potente: en un sector en el que históricamente los sindicatos corporativos tienen mucho peso, ELA defiende la necesidad de un sindicato de clase, de todas y de todos, independientemente de su categoría profesional. En el modelo de salud pública que ELA defiende todos los colectivos laborales son indispensables, y creo que el conflicto de la atención primaria es un ejemplo claro de que o se trabaja en equipo o el servicio hace agua. ELA defiende sin complejos a todos los colectivos por igual y el futuro de una sanidad pública de calidad.

Los sindicatos corporativos son un cáncer para el sistema. Hemos visto muchas luchas desactivadas porque Osakidetza ha decidido beneficiar al personal facultativo y de enfermería en detrimento del resto. Basta ya de divisiones interesadas.