Al Hospital de Gorliz no le importa la calidad del servicio, ni las contrataciones, ni la salud laboral de sus trabajadores/as

En opinión de ELA son muchas las cuestiones que apremian ser resueltas en lo que respecta a las contrataciones, entre ellas:

• La plantilla médica de la tercera planta derecha está mermada desde hace meses. Si bien consta de tres médicos de medicina interna, la realidad es que a día de hoy están trabajando solo dos, pues el tercero, que se encuentra de baja desde hace 15 días, no ha sido sustituido, como tampoco lo fue durante el tiempo que estuvo de excedencia. Además, durante todo el mes de septiembre la planta ha contado con tan solo un médico en activo, por encontrarse el otro de vacaciones, no pudiendo solicitar las suyas quien aún no las ha disfrutado.
• Situación similar vive la plantilla médica de la tercera planta izquierda, en la que los dos médicos de medicina interna tampoco son sustituidos durante sus bajas y/o vacaciones.
• En la planta primera derecha tampoco ha sido sustituida una auxiliar de enfermería de baja ya varios meses.
• La gerencia no tiene previsto cubrir el puesto de celador que en breve quedará vacante por jubilación, ya que alega que hay una planta cerrada y por lo tanto menos trabajo.
• Además, el hospital sigue sin contar con médico de salud laboral, cuestión que a ELA le parece inaceptable.

Esta situación obviamente supone un ahorro importante para el hospital, si no contrato no gasto, si no sustituyo las bajas y las vacaciones eso que me ahorro, y una sobrecarga de trabajo de consecuencias muy negativas para las y los trabajadores y la calidad del servicio.

Además, se cruzan otra serie de problemas en materia de salud laboral, como son las altas temperaturas que alcanzan algunas plantas del hospital, llegando a superar los 38º (cuando según la normativa vigente no debe exceder de los 27º en ningún caso).

Y mientras tanto, la gerencia gasta un dinero en comprar unos sillones de diseño para las zonas de descanso y control de enfermería, que no responden a las necesidades de las y los trabajadores sino que, muy al contrario, empeoran la situación de partida.