Osakidetza no tiene ningún plan para abordar los graves problemas estructurales de la Atención Primaria

23/12/2021
En la reunión de la Mesa Sectorial celebrada el 23 de diciembre, ELA ha constatado que la única estrategia es la de seguir exprimiendo a los/as profesionales y precarizando la atención que se ofrece a la ciudadanía. El problema de la Atención Primaria no son los descansos de los profesionales, el problema es la falta de personal y la falta de inversión pública, problemas que no se solucionan cerrando antes la puerta de los centros de salud.

El 22 de diciembre nos concentrábamos ante los centros de Atención Primaria para denunciar que la situación es insostenible y el día siguiente, en la reunión de la Mesa Sectorial de Osakidetza, hemos vuelto a constatar lo que ya sabíamos: que Osakidetza no tiene ninguna voluntad ni ningún plan para abodar y solucionar los graves problemas estructuarles de la primaria, problemas muy anteriores a la pandemia, y que la actual crisis sanitaria ha agravado aún más.

Hoy, Osakidetza nos ha presentado un clásico que se repite todas las Navidades y resto de períodos vacacionales: el recorte de los horarios de atención de los centros de primaria. Y decimos que es un clásico porque es, desde hace años, la única solución que Osakidetza pone encima de la mesa para paliar la falta de personal. No se trabaja en ninguna otra línea que no sea la de recortar la atención a la ciudadanía y la de sobrecargar, todavía más, a unas plantillas exhaustas.

En plena sexta ola, cuando el trabajo ha aumentado de manera exponencial, Osakidetza plantea, como solución a los problemas de la atención primaria, recortar los horarios de atencion de los centros de salud. Y una vez más, utiliza como excusa, el descanso del personal: dice que lo hace para garantizar el descanso y las vacaciones de la plantilla. Sin embargo, la plantilla hace mucho que no descansa; estamos ante una excusa con la que se pretende invisibilizar el veradero problema: la falta de personal. Así, en este período navideño, con muchas ausencias y pocas o ninguna sustitución, el personal que permanece prestando servicios está absolutamente saturado, y aquel o aquella que disfruta de sus vacaciones, a la vuelta, en muchas ocasiones, tiene que hace frente a todo el trabajo que no ha realizado en sus días de ausencia. Entretanto, la población, ante la restricción de los horarios, recurre a los PACs o a las Urgencias Hospitalarias, niveles asistenciales que tampoco se refuerzan y que acaban saturados.

El problema de la Atención Primaria no son los descansos de los profesionales, el problema es la falta de personal y la falta de inversión pública, problemas que no se solucionan cerrando antes la puerta de los centros de salud.

Paralelamente, en la reunión de hoy, se ha abordado el tema del Proyecto de Ley para la reducción de la temporalidad en el empleo público. La temporalidad en uno de los grandes problemas que tiene Osakidetza. En febrero de este año, de acuedo con los datos ofrecidos por el propio Departamento de Salud, contaba con más de 24.600 trabajadores/as temporales (el 58%), de los cuales, unos 9.000, tienen más de 8 años de antigüedad y 14.600 una antigüedad superior a 3 años. En este contexto, hemos denunciado de manera reiterada que las OPEs ofertadas hasta la fecha son absolutamente insuficientes (se ha convocado una de 3.535 plazas).

Recordemos, además, que ELA solicitó la suspensión temporal de la OPE recientemente convocada bajo la premisa de que, gran parte de esas plazas, podían ofertarse a procesos selectivos más ventajosos para los trabajadores/as de acuerdo con esta Ley. Osakidetza, sin embargo, hizo oídos sordos lo que, sin duda, supone una oportunidad perdida en la estabilización y consolidación de las plantillas.

En la reunión de hoy, ELA ha vuelto a instar a Osakidetza a abrir una negociación real que nos permita realizar procesos de consolidación garantistas que acaben con una tasa de temporalidad a todas luces inadmisible. La Ley Iceta, aún siendo insuficiente, supone un avance y abre la puerta a que, vía negociación colectiva, se convoquen procesos garantistas y suficientes que permitan consolidar a miles de trabajadores y trabajadoras que soportan la precaridad de ser temporales durante largos años. Sólo hace falta una cosa: voluntad real.