Osakidetza pretende vaciar de contenido la OPE de estabilización y condena a la plantilla de Osakidetza a hacer una OPE ordinaria

En la reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad celebrada hoy, Osakidetza ha vuelto a primar, una vez más, su propia comodidad y sus habituales criterios economicistas sobre los derechos de la plantilla. Así lo hace también, respecto de la OPE de estabilización ya que sigue condenando a miles de trabajadores y trabajadoras a seguir soportando la precariedad de ser temporales.

Ya hemos señalado, de manera reiterada, que Osakidetza ha mostrado su voluntad inequívoca de perpetuar una tasa de temporalidad que roza el 58% y que afecta a más de 24.600 trabajadores y trabajadoras. Siendo esa la foto, y a pesar de que la Ley 20/2021 establece que esa tasa se debe rebajar al 8%, Osakidetza ha aprobado una OPE de estabilización totalmente insuficiente, en la que se van a ofertar únicamente 3723 plazas y que dejará la tasa de temporalidad rozando el 50%.

Por si esto fuera poco, en la reunión de hoy, Osakidetza ha presentado un borrador de Bases Generales que vienen a confirmar su apuesta por perpetuar las altísimas tasas de temporalidad y que da la espalda a una plantilla, en la que hay personas que llevan largos años trabajando como temporales y que, con el actual planteamiento, ven reducidas drásticamente las opciones de estabilización que les ofrece la Ley Iceta:

• Osakidetza plantea unificar, en un único proceso, la OPE de estabilización y la OPE ordinaria 20/21. Ello deriva en la aprobación de unas Bases ordinarias comunes que incluyen un proceso selectivo ordinario único, con su correspondiente examen ordinario y eliminatorio y la baremación ordinaria de méritos que no prima la experiencia adquirida en Osakidetza sobre otros servicios de salud.

   

• El proceso se realizará en un mismo momento temporal, lo cual deriva en que los candidatos y candidatas no puedan beneficiarse de las ventajas que la Ley le otorga al proceso de estabilización. Así, el concurso de méritos y el concurso-oposición no van a ser procesos separados que se desarrollen en momentos diferentes, motivo por el cual, los candidatos y candidatas no van a poder acceder al concurso de méritos y en función de si obtienen o no una plaza fija, participen en el proceso de concurso-oposición. Ello condena a la totalidad de la plantilla a preparar y a hacer una OPE ordinaria, incluyendo un examen ordinario y eliminatorio.

   

• Finalmente, debemos señalar que Osakidetza niega la participación del personal discapacitado en la fase de concurso de méritos. No prevé un turno de discapacitados en esta fase por entender que ello derivaría en que personas que no han demostrado capacidad suficiente, accedan a una plaza fija. Estamos ante un planteamiento intolerable que, además de contravenir lo establecido en la Ley, supone una discriminación de este colectivo.

   

De todo lo señalado se deduce que, también a la hora de aplicar una legislación excepcional, que se va a aplicar por una sola vez, Osakidetza pretende hacer lo de siempre: perpetuar la temporalidad y eliminar las opciones de consolidación del personal que lleva largos años trabajando en Osakidetza con una relación de empleo temporal.