Osakidetza sigue haciendo demagogia a costa de la calidad asistencial

15/11/2017
EL Consejero de Salud comparece hoy en el Parlamento para presentar el “Plan de reducción de listas de espera”, plan que dibuja una realidad muy alejada del día a día que se vive en el Servicio Vasco de Salud y presenta una serie de medidas propagandísticas que en ningún caso buscan ofrecer una adecuada calidad asistencial y abordar los verdaderos problemas que hoy por hoy están encima de la mesa.

Una vez más tenemos que decir que Osakidetza no ceja en su empeño de manipular y tergiversar la información en beneficio propio.

Hoy nos toca hablar de las listas de espera que sufre la ciudadanía día sí y día también, realidad a la que Osakidetza pretende poner freno mediante un “Paln de reducción de listas de espera” que se basa en datos irreales y que constituye un nuevo parche a la cruda realidad asistencial que ya es una constante en nuestro Servicio de Salud.

Debemos recordar nuevamente la escasez de la plantilla de Osakidetza, una plantilla estructural que no está adecuadamente dimensionada y que, a duras penas y a costa de sobrecargar a los profesionales, consigue responder a las necesidades asistenciales que se presentan a diario. Osakidetza vuelve a demostrar que no quiere abordar ni solucionar esa situación, que no pretende incorporar, en cada servicio, al número de trabajadores/as necesarios para ofrecer una calidad asistencial adecuada a la demanda existente y nos llega, una vez más, con un parche que, en ningún caso va a suponer una solución al problema.

Y para ello, lo primero que hace, es ofrecernos unos datos irreales sobre la situación actual de las listas de espera. Osakidetza pretende, entre otros, que la lista de espera es de 180 días para procedimientos quirúrgicos y 30 para las consultas externas más frecuentes. Pero nada más lejos de la realidad: a día de hoy en un Hopital como el de Basurto, una operación de traumatología tiene una lista de espera de 9 meses y una resonancia magnética de 4 meses; en el Hospital de Galdakao la primera consulta en la Unidad del dolor tiene una lista de espera de 1 año; o en el Ambulatorio de Durango, la primera consulta de oftalmología tiene una lista de espera de 6 meses. Estos son sólo algunos ejemplos.

Partiendo de esa falacia, nos ofrece las siguientes soluciones “mágicas”:

Continuar con la atuoconcertación para abordar operaciones: esta es una medida que, en ningún caso soluciona el problema estructural de plantilla ni la sobrecarga de trabajo que sufren los/las profesionales pero es que además, no refleja la verdadera voluntad de Osakidetza. Sirva como ejemplo el Hospital de Urduliz en el que, tras una inversión millonaria, los quirófanos siguen cerrados. O el Hospital San Eloy, en el que la plantilla lleva semanas movilizándose precisamente porque la dirección ha decidido suspender, en lo que queda de año, la actividad quirúrgica concertada de tarde, con el consiguiente cierre de 36 camas, el 30% de las existentes. ¿A quién pretenden engañar?

Derivar a pacientes a centros privados: Osakidetza debe ofrecer un servicio público desempeñado por trabajadores públicos. Sin embargo, pretende, con dinero de todos, financiar a empresas privadas que obtengan un beneficio por prestar un servicio que le corresponde única y exclusivamente a la propia Osakidetza en primera persona. El Plan habla de “picos de actividad” pero esos picos son una constante que se solucionaría si Osakidetza tuviera un volumen de plantilla adecuado a sus verdaderas necesidades. Esta es una vez más una fórmula de privatización de servicios. ¿A quién pretenden beneficiar?

Listas de espera compartidas entre distintos centros: pretende que los/las pacientes puedan elegir ser intervenidos en un centro diferente al suyo. Debemos recordar que cada paciente tiene su centro de referencia y que, cada centro, debe tener una plantilla con un volumen adecuado a la población a la que atiende. Obligar al/a la paciente a renunciar a su centro de referencia y obligarle a desplazarse, responde única y exclusivamente a las necesidades de Osakidetza y en ningún caso, a las del paciente. ¿Para cuando una sanidad que piense en el paciente?

Potenciar las consultas externas por las tardes: otra falacia de Osakidetza. El verdadero problema radica en que Osakidetza cuenta cada vez con un número menor de especialistas lo que, en algunos casos, está provocando una situación límite, como es el caso de la atención primaria. Cabe mencionar nuevamente la reestructuración efectuada en el Hospital San Eloy, que también afecta a las las consultas de tarde de Medicina Interna y Cirugía del hospital, así como a a las de atención primaria. ¿Hasta cuando Osakidetza va a hacer lo contrario de lo que dice?

Reforzar la cirugía ambulatoria: la necesidad o no de cirugía ambulatoria debe responder, en todo caso, a criterios médicos y de necesidad del paciente y no a su utilización, por parte de Osakidetza, para solucionar problemas estructurales que no quiere abordar. ¿Cuándo se va a poner la salud del paciente en el primer lugar del orden de prioridades?

Por si todo lo señalado fuera poco, desde ELA hemos tenido conocimiento de que, en algunas Organizaciones de Servicios, los profesionales encargados de gestionar las litas son invitados a modificar algunos datos de las mismas para que el resultante refleje una realidad maquillada sobre los tiempos de espera. ¿Hasta cuando se va a consentir este engaño?

A la vista de todo lo señalado, desde ELA exigimos a Osakidetza que actúe con responsabilidad, y con el único objetivo de garantizar un servicio de salud de calidad, que aborde de una vez por todas el problema de dimensionamiento de su plantilla y que deje de engañar a la ciudadanía pretendiendo hacer ver una realidad que no existe.

BASTA YA!!