ELA denuncia ante el Parlamento de Navarra la recuperación de la financiación pública de UGT, CCOO y la Patronal, y la negativa a reformar la fiscalidad
A través de una parodia llevada a cabo frente al Parlamento de Navarra, ELA ha denunciado que los presupuestos navarros sólo responden a los intereses de las empresas, las élites económicas, los lobbies religiosos y la CEN, UGT y CCOO. El sindicato lamenta que el 23 de diciembre salga adelante el Presupuesto de 2022, con los votos de PSN, Geroa Bai, Podemos y EH Bildu, sin realizar cambios en la "insuficiente e injusta" política fiscal de Navarra. ELA denuncia que, seis años después de la salida de UPN, persisten las mismas políticas fiscales y se sigue apostando por las grandes infraestructuras. “A ello hay que sumarle que los ataques al euskara y la financiación pública a UGT, CCOO y CEN; todo ello sin oposición institucional por parte de la izquierda”, subraya.
A través de la parodia, basada en una sokatira, ELA ha denunciado que el Gobierno continúe premiando estos intereses en lugar de apostar por reforzar la sanidad y la educación pública, consolidar el empleo público temporal, reforzar la Renta Garantizada, revertir subcontrataciones, o crear un sistema público y gratuito de cuidados.
"El panorama en 2022 seguirá siendo negro para la clase trabajadora", lamenta el sindicato. Recalca que se va a aprobar un Presupuesto que no responde a las necesidades sociales, limitados por la deuda y el peaje en la sombra (que se llevan el 12% del total), que incluyen los fondos europeos condicionados a recortes en pensiones y a que se lleve a cabo una reforma laboral y que recuperan la financiación con fondos públicos a UGT, CCOO y CEN, algo que no sucedía desde que los tiempos de Miguel Sanz y Yolanda Barcina.
Por otro lado, la negativa a realizar una reforma fiscal para que las rentas altas y las empresas aporten más va a acabar suponiendo la aplicación de nuevos recortes sociales. Afirma que Navarra tiene una fiscalidad insuficiente -el déficit en presión fiscal de más de 2.300 millones de euros con la media de la UE-27- e injusto, donde la recaudación recae sobre las rentas del trabajo. Desde 2007 las empresas pagan un 56,1% menos en el Impuesto de Sociedades y las rentas del trabajo un 61,6% más en el IRPF. Así, solo con recuperar la recaudación del Impuesto de Sociedades de 2007, se recaudarían 400 millones de euros más al año.