ELA pide valentía al Departamento de Educación para avanzar hacia un equilibrio cada vez mayor en el reparto del alumnado desfavorecido

18/12/2020
Para ELA es escandaloso el desequilibrio en la distribución del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, incluído el de situación socioeconómica desfavorecida, y por eso le parece excesiva la autocomplacencia con la que el consejero ha valorado recientemente el dictamen del decreto de admisión del alumnado

El proceso de elaboración de esta nueva normativa culminará cuando además del decreto se elabore la orden foral y las resoluciones que concreten los aspectos más decisivos que lleven a un mayor equilibrio. ELA además de apoyar este objetivo va a permanecer vigilante para que no se desvirtúe.

ELA ha participado en este proceso con representantes tanto de la red pública como concertada, y ha insistido en los siguientes puntos que nos parecen fundametales:

  • La reducción de ratios es una necesidad de siempre, que la pandemia ha hecho evidente para todo el mundo, y que debe quedarse y profundizarse, más con la bajada de natalidad. ELA apuesta por reservar un mínimo de 3 plazas por cada una de las unidades o aulas de 25 alumnos/as que existen en ambas redes pública y concertada, no sólo en el período de prematrícula y matrícula, sino también a lo largo de todo el curso, para dar cabida al alumnado sobrevenido, en vez de plantear de entrada un aumento del 10% de la ratio para estas situaciones.

  • Debe estudiarse seriamente una zonificación radial en las zonas urbanas, que permita el máximo grado de equilibrio posible en el reparto del alumnado con dificultades, desde colegios de barrio hacia los del centro, con medios que ayuden a superar las barreras socio-económicas.

  • El desmantelamiento del PAI (Programa de Aprendizaje de asignaturas en Inglés), tan cuestionado en todo el Estado, va a ser una necesidad si queremos acabar con la segregación que conlleva, y que en este proceso han reconocido hasta los técnicos del departamento, pues para 3º-4º de primaria ya hay una parte significativa del alumnado que no sigue el ritmo.

  • La oficialidad del euskera en toda Navarra ayudaría a que este idioma propio contribuyera a una mayor cohesión social y no a la segregación, como siempre han pretendido sus enemigos. Esto nos igualaría al resto de CCAA que tienen lengua propia y conllevaría la desaparición del modelo en castellano (G). El alumnado elegiría entre el Modelo D de inmersión en euskera (también área de castellano), la mejor opción para el sindicato ELA, o el Modelo A, con castellano como lengua vehicular y aprendizaje de euskera; además del aprendizaje para todos/as de una o dos lenguas extranjeras. Eso haría que cada vez más familias, incluso de origen extranjero, eligieran el modelo D, o incluso que fuera posible transitar de uno a otro modelo sin tanta dificultad, aumentando donde se precise el residual porcentaje que siempre ha tenido el Modelo B, con ambas lenguas prop¡as como vehiculares.

  • El liderazgo de la administración pública debe ser claro, planificando, asignando plazas, fijando un baremo más justo, estableciendo una oficina única telemática de matrícula y una comisión liderada por la inspección educativa, con el objetivo de la mayor justicia y equidad.

ELA concibe este proceso como una etapa indispensable hacia el establecimiento de un sistema educativo propio, lo más parecido posible al de la media de los países europeos.