Tres de cada cuatro contratos que se firman en Navarra son temporales
El número de personas desempleadas registradas se redujo en 1.364 personas el mes pasado, hasta las 32.062 personas. En lo respectivo a las mujeres, aunque los dos últimos meses ha habido una reducción del desempleo, el saldo del año 2022 continúa siendo positivo. Además, el porcentaje de mujeres desempleadas sobre el total sube levemente hasta el 59,4%, significa que hubo 6.746 mujeres más que los hombres en esta situación. Por su parte, las personas jóvenes también tuvieron un resultado positivo, el desempleo disminuyó en 348; no obstante, el número de jóvenes desempleados continúa siendo mayor que en 2019.
En comparación con Europa, la tasa de desempleo de Navarra sigue muy por encima de la media europea, mientras que en Navarra la tasa se sitúa en el 9,9%, la media de la Unión Europea es del 6,2%.
En cuanto a la contratación, la tasa de temporalidad de los contratos empeora levemente respecto a las cifras de abril; el porcentaje de temporalidad continúa siendo muy alto. Los datos proporcionados por el ministerio español indican que el 74% de los contratos firmados fueron de carácter temporal. Cabe señalar que dentro del Estado, Navarra fue el que tuvo la tasa más alta de temporalidad con mucha diferencia, la temporalidad en el Estado se situó casi 20 puntos por debajo, en concreto en el 55%.
Dentro de la contratación indefinida, a nivel del Estado (ya que no viene desglosado por comunidades autónomas), aumentó en un 1.443% la utilización de los fijos discontinuos en los contratos iniciales. De modo que las estadísticas están maquillando la realidad, ya que en la práctica las mejoras de los fijos discontinuos respecto a los contratos temporales son insignificantes.
Aunque los datos del empleo no son malos, lo que es cierto es que se está produciendo un empobrecimiento de la clase trabajadora. Nos encontramos en un contexto en el que miles de personas en Navarra se encuentran en una situación precaria, muchos con sueldos bajos, falta de seguridad en el trabajo y otros tantos con contratos eventuales que tras la reforma laboral quieren esconder tras el nombre de fijos discontinuos. Por ello, ante este escenario, es necesario la organización y la movilización para luchar por una mejora de las condiciones materiales de la clase trabajadora.