Concentraciones en protesta por el cierre del colegio María Inmaculada, de Donostia
Después de 101 años de vida en el barrio de Gros, la Congregación de Religiosas de María Inmaculada ha decidido unilateralmente cerrar el centro, dejando sin colegio a 150 alumnos y en la calle a sus 14 trabajadoras. Las trabajadoras, algunas con antigüedades de hasta 40 años, se sienten “engañadas y maltratadas” después de haber dedicado mucho tiempo y esfuerzo a dar respuesta a las necesidades del colectivo. Con el objetivo de denunciar la actuación de la congregacion y demás instituciones públicas, buscar apoyos de vecinos y vecinas de Gros y exigir la continuidad de la actividad del centro, la plantilla de María Inmaculada los lunes, miércoles y viernes a las 11:00etan realizará concentraciones a las puertas del colegio.
Un proyecto educativo de centro, cuyo objetivo es que cada alumno desarrolle al máximo sus capacidades e intereses orientándoles en su desarrollo personal y profesional, va a dejar de tener cabida en el barrio. En su lugar, tanto la Congregación como el Ayuntamiento de Donostia, con el beneplacito del departamento de educación, pretenden la construcción de un nuevo hotel. Parece ser que para estas instituciones priman más los aspectos económicos que la realidad y las necesidades de los alumnos y del barrio.