El reconocimiento de la labor de la plantilla de Osakidetza pasa por la reversión de los recortes y la consolidación del empleo

22/04/2020
Al reciente anuncio del Gobierno Vasco de una posible gratificación económica al personal de Osakidetza por su trabajo e implicación en la crisis del coronavirus, ELA responde que, sobre todo, la plantilla de Osakidetza necesita que se reviertan los recortes sufridos durante los últimos años y que se consolide el empleo en el sector. ELA exige, además, que en caso de aprobarse algún tipo de gratificación, está debería ampliarse, también, a todo el personal subcontratado.

ELA destaca que, en esta pandemia, el personal de Osakidetza, propio y subcontratado, está desempeñando su labor en unas condiciones absolutamente excepcionales. Soportan unas cargas de trabajo inasumibles, con una sobrecarga tanto física como psicológica. Han tenido y tienen que hacer frente a una evidente falta de medidas de protección: con equipos de trabajo mermados por las bajas por contagio; con equipos integrados por personal sin experiencia a los que no les ofrece una mínima formación, recayendo ese peso sobre los hombros de sus compañeros/as.

Por si esto fuera poco, han soportado y soportan un recorte directo en sus derechos laborales: se han suspendido vacaciones, permisos y medidas de conciliación laboral; se ha trasladado a los/as trabajadores/as de unidad, de servicio e incluso de centro de trabajo; se han modificado sus funciones; se han modificado su cartelera y calendario de trabajo. Y así un largo etcétera.

Para ELA, es evidente que todo lo descrito es merecedor de un reconocimiento. Y es por ello que el pasado 17 de abril el sindicato hizo públicas unas peticiones que incluían, entre otras: una retribución especial equivalente a un mes de salario, doble valor del tiempo trabajado en este periodo, 5 días más de libre disposición y retribución a los trabajadores residentes en función de la responsabilidad asumida. Y ello, con el objetivo de compensar el esfuerzo realizado y los derechos a los que se ha renunciado durante la crisis.

Sin embargo, ELA entiende que tras lo vivido en esta crisis, no podemos quedarnos en una compensación concreta; compensación que, siendo una cuestión a valorar, no puede dejar en un segundo plano la verdadera problemática que vive la plantilla en el día a día, y que, sin duda alguna, ha lastrado también la respuesta a esta crisis sanitaria: se necesitan recursos suficientes y adecuados para garantizar diariamente el servicio sanitario, y ello pasa por el reconocimiento a las plantillas mediante la reversión de los recortes que han soportado en los últimos años y mediante la mejora de sus condiciones laborales y la consolidación del empleo.

Para ello, es imprescindible la adopción del resto de medidas que incluíamos en las peticiones hechas públicas:

  • Es imprescindible consolidar a miles de trabajadores/as eventuales. A día de hoy, casi el 40% de la plantilla de Osakidetza tiene un contrato temporal. En el mejor de los casos, tras la crisis, seguirán contratados/as temporalmente, pero muchos/as irán al desempleo porque su contrato temporal no ha sido renovado.
  • Es necesario, también, aumentar las plantillas para ofrecer una atención adecuada y aliviar las cargas de trabajo. Se deben incorporar a la plantilla estructural los empleos ocultos en fraude de ley y los más de 5.000 puestos de trabajo destruidos desde 2010.
  • Se debe reconocer y abonar, con los atrasos correspondientes, el desarrollo profesional de las convocatorias no realizadas desde el año 2012. Y también, poner en marcha un nuevo modelo, más igualitario y objetivo. Asimismo, ELA solicita que se otorgue el nivel IV de desarrollo profesional a todo el personal que ha trabajado durante la crisis.
  • Se debe recuperar la totalidad del poder adquisitivo perdido en la última década. También las primas de jubilación anticipada.
  • ELA lleva años solicitando la valoración de los puestos de trabajo, teniendo en cuenta aquellos especialmente peligrosos por conllevar riesgos biológicos.
  • Es necesaria, también, la publificación de los servicios privatizados.

En los próximos meses veremos si el Gobierno Vasco tiene una verdadera voluntad de valorizar la sanidad pública o simplemente quiere poner en marcha una operación de maquillaje que invisibilice los verdaderos problemas de fondo que tiene este servicio público y que inciden directamente tanto en las condiciones laborales de la plantilla como en el servicio que se ofrece a la ciudadanía. ELA peleará para que así sea.