El servicio de diálisis subcontratado por Osakidetza no cumple con el servicio mínimo exigido

El servicio de diálisis de Osakidetza en Bilbao lo prestan, además del propio Hospital de Basurto, diferentes empresas, entre ellas Dialbilbo, perteneciente al grupo empresarial Fresenius Medical Care, y no cumple los estándares mínimos recomendados por los organismos de salud para dar un servicio de calidad y garantías a pacientes de la sanidad pública.

La empresa Dialbilbo realiza de media 1.400 diálisis al mes en Bilbao (más de 16.000 al año), a pacientes derivados directamente por Osakidetza, ya que presta servicios únicamente para el Ente Público, estando financiada al 100% por Osakidetza.

Atendiendo a las recomendaciones de los organismos de salud para tratamientos de diálisis, Osakidetza exige a la empresa en la licitación que el ratio enfermería tiene que ser de 1 por cada 4 pacientes, y 3 médicas/médicos nefrólogos para 112 pacientes, hecho que la empresa incumple con la autorización de Osakidetza.

Debido a la infradotación de personal, Osakidetza autorizó aumentar la ratio a 1/5 en enfermería en periodo de pandemia (superando las recomendaciones de los organismos de salud para este tipo de tratamientos), y posteriormente la empresa ha llegado a aumentar el ratio de 1/6 e incluso ⅛ (el doble de lo recomendado), poniendo en serio riesgo la salud de las pacientes. Lo mismo ocurre con la categoría médica, que actualmente prestan servicio únicamente 2 profesionales en vez de 3.

Tal es la infradotación del personal, que en el año 2022 se realizaron un total de 3.500 horas extraordinarias, y parte de la plantilla ha decidido abandonar la empresa, por las precarias condiciones de trabajo.

En la negociación del convenio colectivo, en el que ELA persigue la dignificación de las condiciones de trabajo, se han realizado ya un total de 13 días de huelga, y próximamente se convocarán más días de huelga. Las 33 trabajadoras de la empresa exigen mejoras salariales para garantizar el poder adquisitivo y medidas para mejorar la pésima situación del servicio por falta de personal, entre otras cuestiones.

Este es un ejemplo más de privatización y precarización de Osakidetza que ELA viene denunciando desde hace años. Es un ejemplo más de la colaboración público-privada de la que nos habla el Lehendakari Iñigo Urkullu o la consejera Gotzone Sagardui y de las medidas que el ejecutivo está adoptando para reducir las listas de espera de Osakidetza, a costa de derivar pacientes a la sanidad privada, a empresas subcontratadas con condiciones de trabajo más precarias que las que tiene la propia plantilla de Osakidetza.