ELA ha pedido a Osakidetza más medidas para garantizar la salud de la plantilla

Entre otros aspectos, se exige:

- Que las convalecencias o periodos de aislamiento por eventuales contagios en el ámbito laboral tengan la consideración de enfermedad profesional o accidente de trabajo. A día de hoy, se les da el tratamiento de enfermedad común.

- La actualización de la evaluación de riesgos laborales de todos los puestos de trabajo y de las medidas preventivas aplicables a cada uno de ellos.

- Que se garantice que las medidas preventivas y/o recomendaciones generales planteadas por Osakidetza van a ser aplicadas a todos/a los/as trabajadores/as y todas la categorías.

- Que se garantice una formación suficiente y adecuada para toda la plantilla, tanto la propia, como la de todo el personal subcontratado.

- Que se activen protocolos de protección específica para trabajadoras embarazadas y otro personal sensible y/o de riesgo.

La seguridad y la salud laboral tienen que ser compatibles con el trabajo y Osakidetza es la responsable de garantizarlo, también con la epidemia del coronavirus. Y ello para todo el personal: sanitario, no sanitario y personal subcontratado.

Desde ELA, queremos insistir en que, sin entrar en la evolución médica del virus, la planificación hecha desde el Departamento de Salud no ha sido la correcta. A pesar de que ya el pasado 30 de enero la OMS declaró el brote Emergencia de Salud Pública Internacional, no ha sido hasta esta semana cuando se ha comenzado a reunir a los Comités de Seguridad y Salud; cuando, a contrarreloj, se ha empezado a dar formación masivamente a la plantilla; cuando se han empezado a plantear cuestiones prácticas que deberían haberse previsto antes, como qué protocolo se debe seguir con las trabajadoras embarazadas, por ejemplo; cuando se han empezado a buscar equipos para atender la recogida de muestras en los domicilios. Y así, un largo etcétera.

Las propias palabras de la Consejera Murga han puesto de manifiesto que el protocolo vigente el pasado fin de semana no servía para detectar un caso como el de la paciente 0 de Txagorritxu. De hecho, a la vista de lo sucedido, el pasado lunes Osakidetza enviaba a su personal nuevas indicaciones entre las que incluía que los/as profesionales con fiebre o clínica respiratoria aguda se abstengan de acudir a su puesto de trabajo.

A día de hoy, uno de los retos principales es mantener la asistencia sanitaria ordinaria ya que la cuarentena de una parte muy importante de la plantilla, que hoy también ha empezado a afectar al Hospital Basurto, dificulta el trabajo de unos equipos ya mermados por una temporalidad del 40% y las políticas de recortes y de desmantelamiento de la sanidad pública aplicadas en los últimos años. Ayer conocíamos que, con carácter urgente, se estaba conformando una bolsa de contratación de personal médico. Lejos quedan ya las manifestaciones de la Consejera en las que afirmaba que el servicio tenía capacidad para habilitar 600 camas más si fuera necesario. Hoy vemos que no se había hecho una previsión de personal para atender a esos/as 600 pacientes.

Desde ELA, queremos subrayar que la responsabilidad de preservar la salud y seguridad laboral de la plantilla es de Osakidetza y que es también Osakidetza la que debe facilitarle la formación e información suficientes. Ello no puede quedar bajo la responsabilidad exclusiva de los/as trabajadores/as. ELA, en ningún caso pretende ni ha pretendido poner el foco sobre los/as trabajadores/as, que son precisamente los que, con su buen hacer y responsabilidad, sacan adelante el servicio sanitario que se ofrece a la ciudadanía y ello a pesar de las condiciones cada vez más precarias en las que tienen que trabajar.