ELA urge a iniciar un proceso participativo con contenidos para acordar una nueva Ley de Educación

03/03/2022
El documento Borrador de bases para una Educación del siglo XXI no recoge cambios concretos para llegar a un sistema educativo propio, público, plural, euskaldun y cohesionado. Y es que la propuesta no hace más que perpetuar las carencias del sistema actual, sin proponer ningún avance significativo. Esa es una de las principales críticas recogidas por ELA en sus aportaciones al Parlamento Vasco. Mañana finaliza el plazo para realizar dichas aportaciones y ELA quiere reiterar su apuesta por iniciar un proceso participativo con contenidos para acordar una nueva Ley de Educación.

 Ya que ELA cree que el sistema educativo necesita una transformación profunda. Se debe fijar como meta un sistema propio, público y plural, que supere la actual división de redes, que responda a las realidades y necesidades de cada lugar, que a partir de la autonomía de los centros sea capaz de dar espacio a la pluralidad, que trabaje la cohesión y garantice la participación de la comunidad educativa mediante una gestión democrática en red, dotado de recursos suficientes, que tome como ejes el euskara y Euskal Herria, gratuito, que con condiciones de trabajo adecuadas ofrezca un modelo de calidad. Para llegar a esa meta será imprescindible concretar los pasos a dar para una transición hacia un nuevo modelo, teniendo en cuenta la actual situación y punto de partida.

En consecuencia, ELA ha propuesto medidas para hacer frente a las deficiencias que ha encontrado en la propuesta. He aquí algunas de ellas:

  1. El Parlamento Vasco hasta ahora no ha realizado un diagnóstico del Sistema Educativo, y no ha aclarado cuál es la orientación que pretende dar a la educación. ELA plantea que la dirección a seguir debe ser la planteada.

  2. En las Bases para la Transformación de la Educación Vasca se admite la imposición curricular por parte del Congreso español. El marco referencial no es Euskal Herria. ELA propone que se discuta el marco competencial y se recoja en la ley un proceso para construir un marco curricular propio.

  3. No se garantiza financiación suficiente para alcanzar los objetivos, y mucho menos para configurar un sistema educativo de calidad. ELA ha planteado que en un plazo de tres años se debe llegar al nivel medio de inversión de la UE, como paso previo a la meta del 6% del PIB.

  4. No se hace referencia a las condiciones laborales del personal del sistema educativo y se acepta la normativa estatal. Entre las propuestas de ELA se encuentran la negociación y diseño de procesos propios de consolidación en Euskal Herria, la homologación de todas las y los profesionales, contratación directa del personal subcontratado, formación, adaptación de ratios (la caída de la tasa de natalidad debe aprovecharse para mejorar la calidad educativa) y la revisión de los sistemas de selección, entre otras cuestiones.

  5. Los objetivos fijados para acabar con la segregación no están claros. Habrá que concretar más para hacer frente al problema. Por ejemplo, la supresión de todo tipo de cuotas, mecanismos para garantizar la transparencia en la financiacion, el control de actividades y equipamientos y eliminación de la segregación por sexo. Además de una oficina única de matriculación que vele por el reparto equilibrado del alumnado.

  6. Perpetúa la división de redes. En opinión de ELA hay que aclarar, por un lado, cuáles son los contenidos y efectos de los “contratos programa”. Por otro lado, dado que la meta es una red unificada, hay que acordar la transición para llegar a ella. En ese recorrido hay que establecer un marco estable para la publificación de los centros que puedan tener voluntad para ello, garantizando la subrogación del personal.

  7. Las competencias y normas de funcionamiento de los órganos de participación están sin definir. ELA considera que la ley debe concretar los mínimos necesarios para la cohesión, y otorgar a la comunidad educativa de cada lugar recursos para que pueda desarrollar proyectos pedagógicos con autonomía.

  8. La propuesta no garantiza un conocimiento adecuado del euskara del alumnado. ELA aboga por el modelo de inmersión.

  9. No se plantean pasos hacia la desmercantilización del sistema educativo. Entre las medidas propuestas por ELA está, por ejemplo, la oferta de recursos para desarrollar un software libre.

  10. El actual estatus de la religión no se pone en cuestión. ELA defiende una educación laica.

ELA se reafirma en la intención de compartir su diagnóstico con otros agentes, especialmente con otros sindicatos; así como de convocar movilizaciones si no se produce un debate real y sus contenidos no varían.