La temporalidad afecta ya a una de cada cuatro personas

La temporalidad afecta ya a una de cada cuatro personas
La Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año refleja una mejoría de datos en cuanto a la ocupación - por el aumento de la temporalidad-; sin embargo, los datos del desempleo no mejoran. La encuesta sitúa la cifra de personas desempleadas en 137.400 personas, 3.000 más que el trimestre anterior (+2,2%). Debido al aumento de la población activa, la tasa de desempleo no se ha movido del 10,1% en HEH. En Navarra ha subido en cuatro décimas hasta el 10,7%, mientras que en la CAPV ha bajado una décima, bajando así de la barrera del 10%. La comparación con el mismo trimestre de 2019 muestra que a día de hoy hay 16.600 personas más en situación de desempleo, de modo que la situación no es tan buena como algunos lo pintan. Más si cabe si realizamos la comparación con la Unión Europea, ya que la tasa de desempleo en la UE se sitúa 3,3 puntos por debajo de la de HEH.

El número de personas ocupadas ha aumentado respecto al trimestre anterior en 25.700, esta subida del empleo afecta a todos los sectores, excepto al de la agricultura. Una vez más, la creación de empleo proviene del aumento en el sector servicios, así como del de la industria, en los cuales en el último trimestre ha habido un crecimiento de 19.300 y 9.900, respectivamente.

Aunque los datos a priori parecen positivos, es necesario añadir que el aumento de la ocupación también proviene, en gran medida, de la creación de empleo temporal. Los datos muestran que del aumento señalado en la ocupación, 15.100 personas han sido de contratos de carácter temporal. Así pues, la temporalidad sube y alcanza ya casi el 25% en HEH, más de 10 puntos por encima del de la UE.

Ha pasado ya un decenio desde la aplicación de la reforma laboral. No hay dudas de que las consecuencias de dicha reforma han sido nefastas para la clase trabajadora: aumento de la temporalidad, estatalización, abaratamiento del despido, etc. Por ello, ELA exige, una vez más, la derogación total de la reforma laboral, como paso esencial para dignificar las condiciones laborales de la clase trabajadora. Además, es necesario acompañarlo con otras medidas que acaben con la precariedad laboral, así como de otras políticas de empleo.