Lakuntza: “Confebask es un lastre para este país”
¿Qué respuesta hay para Tamara Yagüe?
- Confebask conoce mejor que nadie la respuesta: lo que realmente pretendía la representante de la patronal es eludir su responsabilidad en la negociación de un SMI vasco. Resulta paradójico que una organización como Confebask, que no puede acreditar su representatividad entre las empresas; que debe su posición a ser una sucursal de la CEOE; y que está financiada casi por completo con dinero público, se crea con autoridad moral para cuestionar la legitimidad del sindicato mayoritario de este país.
Confebask es la misma patronal que en 2014 trasladó al Gobierno de Rajoy alegaciones que abrían la puerta a la ilegalización de ELA y LAB, bajo el pretexto de que ambos sindicatos excedíamos nuestras competencias por opinar sobre el TAV o la fiscalidad. Cuando calificamos a Confebask como una de las patronales más autoritarias de Europa no incurrimos en ninguna exageración.
- ¿Cuál es la posición del Gobierno Vasco en esta cuestión?
- Confebask, independientemente del lehendakari de cada momento, cuenta siempre con el respaldo del Gobierno Vasco. Las últimas declaraciones de Pradales para refrendar las críticas de Confebask a ELA, poco después de que el PNV impidiese la tramitación de la ILP sobre el SMI en el Parlamento de Gasteiz, son una muestra más de ese alineamiento gobierno-patronal.
El autoritarismo de Confebask se manifiesta de maneras diferentes. Basta comprobar los continuos rechazos a abordar cualquier tipo de negociación real. Durante los últimos años ELA, junto a LAB, ha propuesto acuerdos en ámbitos como centros especiales de empleo, empleadas del hogar, convenio de Químicas o propuestas para la euskaldunización del mundo del trabajo que siempre han sido rechazadas. Confebask nunca llama para renovar un convenio. Confebask es un lastre para este país.
- Pues no es eso lo que dice Confebask...
- Confebask oculta que antes de una huelga, ELA siempre plantea una negociación con el objetivo de lograr un acuerdo, por una razón obvia: los y las trabajadoras son las principales interesadas en un buen convenio. Es precisamente cuando la patronal se niega a seguir negociando cuando se recurre a la huelga. A esto nos referimos cuando afirmamos que la lucha sindical es el único camino.
- Entonces, ¿cuál es la aportación de ELA a este país?
- Tal y como incluso Confebask reconoce, los convenios vascos son los más altos del Estado y eso es debido, en gran parte, a la estrategia del sindicato mayoritario ELA. Los datos oficiales del Consejo de Relaciones Laborales demuestran que ELA es el sindicato que más y mejores convenios logra (una media de 250 anuales en la CAPV) y también el que más huelgas convoca (el 80% de los días convocados por todos los sindicatos). Existe, por tanto, una relación muy directa entre la huelga y la mejora de las condiciones laborales.
Hay dos cosas de ELA que molestan particularmente a Confebask: la estrategia de confrontación que permite conseguir numerosas victorias sindicales, y el amplio respaldo de la clase trabajadora vasca (más de un 40% de representación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y una afiliación que supera las 104.000 personas, incluyendo Navarra). ELA hace posible que miles de trabajadores y trabajadoras continúen el camino de la negociación cuando la patronal la bloquea: la huelga y la caja de resistencia (5.653 personas afiliadas la utilizaron en 2024) mantienen viva la posibilidad de un mejor convenio; la caja de resistencia es la herramienta que obliga a la patronal a repartir la riqueza de forma más justa.
-¿En qué se concretan esos objetivos?
- Uno de los principales objetivos de ELA es poner freno a la estrategia de precarización que defiende y lidera Confebask. ELA se opone con todas sus fuerzas a un modelo empresarial que, con todas las facilidades de la legislación, permite la extensión de la precariedad por medio de numerosas fórmulas: subcontratación, convenios estatales, contratos basura, jornadas parciales no deseadas, inseguridad en el trabajo, ETT...
Muchas de las victorias sindicales, tras meses de huelga en algunos casos, se logran en esos ámbitos precarizados: sectores feminizados (comercio, limpiezas, comedores, cuidados...), donde ELA ha conseguido los mayores incrementos salariales; o en empresas con personas migrantes (tras un año de huelga, una sentencia aumentará en 10.000 euros anuales los salarios en Uber Bizkaia).
- Si está tan claro, ¿Confebask por qué lo pregunta?
- Confebask conoce de primera mano cuál es la aportación de ELA, ¿por qué lanza esa pregunta ahora? Evidentemente, Confebask pretende eludir su responsabilidad en la negociación de un salario mínimo vasco. Hasta en tres ocasiones se ha negado a sentarse a negociar. Su renuncia evidencia que el salario mínimo vasco que Confebask defiende es el actual de 1.184 euros, exactamente el del Estado. Confebask defiende la “unidad de mercado español” para seguir explotando a la clase trabajadora de este país.
¿Esa es la aportación de Confebask a la sociedad vasca? ELA y LAB planteamos una propuesta de un salario mínimo de 1.500 euros (2026) que no ha sido ni considerada por Confebask. Se trata de una posición autoritaria y retrógrada de difícil explicación. Confebask, al igual que los gobiernos de Pradales y Chivite, se equivoca si piensa que va a poder pasar página. Porque el salario mínimo es sobre todo una cuestión política que no puede bloquearse por el veto de la patronal: en un hipotético nuevo estatus, la capacidad de fijar un salario mínimo vasco debería constituir una condición irrenunciable para cualquier partido que defienda el autogobierno.
- Y por eso, ¿la huelga general?
- Eso es. Aunque Confebask pretenda eludir su responsabilidad, la reivindicación del salario mínimo vasco ha venido para quedarse. ELA no va a renunciar a ello y va a presionar política y sindicalmente hasta lograr precisamente eso que Confebask más teme: repartir mejor la riqueza, reducir la desigualdad y terminar con la precariedad.