Las escasas reducciones de emisiones de GEI en Hego Euskal Herria muestran la dejadez de los gobiernos de la CAPV y Navarra

22/04/2022
En la última década, en la CAPV y Navarra no se han registrado reducciones significativas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El último informe del IPCC ya advierte de que la última decada ha sido la que más emisiones ha registrado de toda la historia, y Hego Euskal Herria no es una excepción. A pesar de la propaganda sobre las políticas públicas contra el cambio climático, la situación real muestra claramente la falta de avances. Ni Gobierno Vasco ni Gobierno Navarro ponen en duda el modelo de desarrollo que provoca el cambio climático ni adoptan medidas efectivas para transformar el sistema.

Más allá de las palabras de ambos gobiernos, los datos demuestran que la realidad está muy lejos de cumplir con las reducciones impuestas por la Unión Europea. Para 2020 había que reducir el 20%, pero en la CAPV han bajado un 11% y en Navarra han subido un 40%. Los compromisos adquiridos para los próximos años son aún más exigentes: para 2030 hay que reducir las emisiones en un 55%. Si se continúa con esta tendencia y con las escasas medidas adoptadas hasta ahora, este objetivo tampoco se cumplirá.

ELA recoge en un informe (adjunto) los datos de los gases de efecto invernadero de Hego Euskal Herria. Analizamos los datos que confirman la gravedad de la situación y se proponen las medidas a adoptar.

Por sectores económicos, el sector energético, el transporte y la industria son los sectores con más emisiones y, por tanto, los que necesitan una transformación más rápida. Entre otros medidas, exigimos reducir el consumo energético, basar el sistema en energías renovables, impulsar un sistema energético descentralizado, relocalizar la economía y transformar la industria con criterios ecológicos impulsando sectores sostenibles.

En las políticas públicas de Hego Euskal Herria no vemos el cambio de modelo que reivindicamos. Los grandes proyectos e infraestructuras impulsados por empresas privadas son los que día a día perpetúan este modelo destructivo. Necesitamos una transición ecológica justa y democrática que, sin excluir a nadie, redunde en beneficio de la sociedad. Por eso, ELA no va a permitir que esta transición se lleve adelante de forma injusta a costa de la clase trabajadora.

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