Los sindicatos inician dinámicas de movilización en Osakidetza para apoyar la sanidad pública y exigir la negociación
Las concentraciones del 22 de diciembre tendrán lugar a las 11:00 de la mañana en todos los hospitales de la CAPV. Además, a las 13:00 horas se reunirán en todos los centros de Atención Primaria.
La situación en Osakidetza no es una cuestión nueva. La dirección lleva todo el año renunciando al diálogo, aunque persisten los graves problemas que quedan por resolver: el 50% de la plantilla tiene un contrato eventual; el poder adquisitivo de la plantilla ha caído más de un 20% en una década; la sobrecarga de trabajo se ha convertido en un problema sistemático; hay menos personal de lo necesario en cada turno; siguen vigentes los recortes en los PAC de Deusto, Zumarraga y San Martín, urgencias del Hospital de Santiago y cirugía cardiaca de Basurto; se están planteando nuevos recortes en Atención Primaria y en las condiciones de trabajo; quieren hacer una reducción drástica en el Desarrollo Profesional...
Situación de bloqueo
A principios de año y después del verano, los sindicatos tuvieron que abandonar la Mesa Sectorial para poder acabar con esta absurda situación. Pero además, han invitado en dos ocasiones a la dirección de Osakidetza al Consejo de Relaciones Laborales, pero la dirección no se ha dignado a aparecer en ninguna de las ocasiones. El 7 de diciembre, finalmente, la consejera Gotzone Sagardui encabezó una comitiva que se reunió con los sindicatos. Lamentablemente, el resultado fue el mismo de siempre: falta de voluntad de diálogo y más imposición.
Osakidetza sigue con su hoja de ruta sin responder a ninguna de las reivindicaciones de las y los trabajadores. No respeta la Mesa Sectorial, ignora las movilizaciones de la plantilla y la ciudadanía, y ha hecho caso omiso a las cuatro jornadas de huelga organizadas hasta ahora.
Osakidetza debe reflexionar
Está claro que hay que hacer una reflexión sobre el modelo de gobierno de Osakidetza y la urgente necesidad de fomentar la democracia interna. La verticalidad e imposición se inicia en la dirección de Osakidetza, pero se extiende a la estructura total del Servicio Vasco de Salud. La democratización de Osakidetza exige superar el bloqueo e impulsar una negociación real y con contenidos, con los representantes de las trabajadoras.
El Gobierno Vasco dijo que impulsaría un proceso participativo abierto a más de un centenar de profesionales en Osakidetza. Pero eso no es suficiente en una institución con más de 37.000 empleados. Este proceso requiere de una representación completa y mucho mayor que incluya a todas las categorías, territorios y estamentos.
En vista de esta cruda realidad, los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO y UGT consideran imprescindible abordar una dinámica de movilizaciones que aúne a trabajadores y ciudadanos.