Osakidetza no negocia

Sin embargo, la realidad que vivimos a diario los trabajadores y trabajadoras de Osakidetza, es absolutamente opuesta. Osakidetza mantiene su apuesta por el desmantelamiento de nuestros sistema sanitario. Un buen ejemplo de ello es la situación de que se vivía en un centro de salud de Bizkaia en el mismo momento en el que se celebraba la reunión: Osakidetza optaba, una vez más, por la no sustitución de personal ausente, lo que derivaba, en que, durante esa jornada, el citado centro de salud no contara con personal facultativo ni de enfermería.

La mesa sectorial, una vez más, fue una mesa vacía de contenido y no destinada a una verdadera negociación. El propio martes, la gran noticia hecha pública por Osakidetza, fue la firma del concurso de traslados que, a nuestro entender, no da respuesta a las necesidades de la plantilla. No ofrece transparencia, no se oferta el número real de plazas que deberían salir a concurso, se admiten excepcionalidades para reservarse plazas sin justificación real, no se extiende a todas las categorías y así, una larga lista de cuestiones que ELA se encargó de poner encima de la mesa.

Sin embargo, y a pesar de ello, tres sindicatos accedieron a la firma (SME, SATSE y UGT) y lo más grave es que la misma se produjo sobre un borrador y por organizaciones sindicales que durante la reunión expresaron que se trataba de un documento no definitivo y en el que habría que hacer muchas subsanaciones. Nos preguntamos, entonces, qué interés había por firmar en ese momento y publicitar de manera inmediata un concurso de traslados respecto del cual, todos los sindicatos presentes en la mesa, manifestaron su disconformidad.

Que, sin embargo, a Osakidetza se le ha olvidado publicitar un importantísimo logro de ELA: hemos conseguido que Osakidetza cumpla con su obligación de ofertar nombramientos, con todas las consecuencias legales, a mujeres integrantes de las listas de contratación temporal que se encuentren en su período de baja maternal.

No debemos olvidar que nos queda mucho por recuperar y que Osakidetza sólo responde ante la movilización. El Hospital de Urduliz es un buen ejemplo de ello, si bien queda claro que el objetivo de la Administración continua siendo la privatización, por lo que la movilización deberá continuar.

Unicamente la movilización le obliga a Osakidetza a tomar decisiones para recuperar, mantener o mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras y para que nuestra sanidad pública continué dando respuesta a las necesidades de nuestra sociedad.

Es por ello que ELA mantiene su posición responsable con los trabajadores y las trabajadoras y con la sociedad, y mantiene la movilización como herramienta para dar respuesta al compromiso de mejora de las condiciones laborales y en consecuencia, de la calidad del servicio público.