Pitada en protesta por la situación de los servicios, el bloqueo de la mesa negociadora y el escándalo de las OPE

Los sindicatos han criticado hoy que la sanidad pública vasca tiene demasiados frentes abiertos y no tenga capacidad para resolver ninguno. El principal problema, para empezar con uno, es el caos generado con las OPEs: los trabajadores y trabajadoras deben presentarse a un nuevo examen cuando aún no se ha resuelto el anterior. «La preparación de una nueva OPE en estas condiciones excepcionales supone un gran esfuerzo; tiene consecuencias económicas y afecta a la vida personal», denuncian. Piden que se pongan los medios humanos y materiales necesarios para agilizar la resolución de la OPE 2018-19.
Aunque el lehendakari Urkullu y la consejera Sagardui dicen lo contrario, los sindicatos denuncian que se está desmantelando el servicio público de salud en la CAV. Entre los problemas enumerados se encuentran la tasa de temporalidad superior al 50%, la pérdida de poder adquisitivo superior al 20%, la sobrecarga, la ausencia de sustituciones y la reducción radical que se pretende aplicar en el Desarrollo Profesional.

Atención primaria en estado crítico
Los sindicatos también denuncian que se mantienen los recortes aplicados en algunos servicios y subrayan la situación especialmente precaria de la Atención Primaria. «La saturación en el servicio afecta directamente a otros niveles asistenciales, como las urgencias del Hospital, donde cada vez hay más sobrecarga», denuncian.
Para los sindicatos convocantes, Osakidetza tiene demasiados frentes abiertos y, en consecuencia, tiene bloqueada la mesa sectorial, a pesar de que el Gobierno está fingiendo diálogo.
La protesta de hoy se enmarca en una campaña de movilizaciones y, como han recordado los sindicatos, se ha convocado a ciudadanos y profesionales a participar en las tres grandes manifestaciones que se celebrarán el 25 de febrero en Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz contra el desmantelamiento de la sanidad pública.