OSAKIDETZA Y OSASUNBIDEA

Activan una campaña para evitar que las mutuas gestionen las enfermedades comunes

Activan una campaña para evitar que las mutuas gestionen las enfermedades comunes
El objetivo de los promotores de la campaña -ELA, ESK, Steilas, USO, CGT, CNT y OPA (plataformas por la sanidad pública)- es que el Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra no firmen convenios de colaboración con las mutuas, tal como han acordado CCOO, UGT, CEPYME y CEOE para privatizar casos no laborales de traumatología. El objetivo es, por tanto, que las enfermedades comunes las gestionen Osakidetza y Osakidetza, no las mutuas quienes, alertan los promotores de la campaña, responden a intereses empresariales.

Bajo el lema `Mutuak Stop´, ELA, ESK, Steilas, USO, CGT, CNT y OPA emprenderán en las próximas semanas una campaña en Nafarroa y la CAPV para que no se firmen convenios de colaboración con las mutuas. Entre otras cuestiones, los sindicatos pedirán comparecer en los parlamentos para denunciar la gravedad de la situación; emplazarán a los partidos políticos a que aprueben proposiciones no de ley en contra de los convenios de colaboración; presentarán en las empresas mociones en contra de la privatización; llevarán a cabo denuncias ante las mutuas, y realizarán un trabajo contra la privatización entre el personal de la sanidad.

En función de la respuesta que en esta primera fase de la campaña den partidos políticos e instituciones, habrá posteriores movilizaciones de otro tipo. “La sanidad pública no puede devaluarse en perjuicio de la salud de la clase trabajadora”, afirman.

CCOO y UGT acordaron en 2023 con las patronales CEOE y CEPYME privatizar varias enfermedades comunes que sufren trabajadoras y trabajadores y transferir actuaciones de la sanidad pública a las mutuas. Hay que recordar que las mutuas son asociaciones empresariales, que entre otras actividades atienden los daños derivados del trabajo, pero siempre, matizan ELA, ESK, Steilas, USO, CGT, CNT y OPA, “desde directrices patronales”. Así, recalcan, “realizan el control de la salud no laboral con el objetivo de reducir tiempos de recuperación y costes”.

Así las cosas, consideran que para los trabajadores y trabajadoras supondría una peor calidad asistencial y un mayor control de las bajas por contingencia común, siempre utilizando criterios economicistas y no de mejora de la salud.

Desde que el acuerdo se firmó en 2023, solo en cuatro comunidades autónomas se ha decidido dar más poder a las mutuas: Cataluña, Asturias, Islas Baleares e INGESA (Ceuta y Melilla), donde se han firmando convenios de colaboración entre la sanidad pública y las mutuas. A pesar de que el resultado ha sido tan pobre, denuncian, el Gobierno Vasco aún no ha descartado firmar un acuerdo similar, y el Gobierno de Navarra ha acordado con CCOO, UGT y CEN llevarlo a cabo.

Si se produjese ese acuerdo tendría las siguientes consecuencias:

  • Las mutuas dispondrían de más mecanismos de presión para acelerar las altas en diversas enfermedades comunes, en especial lesiones de traumatología.

  • Enfermedades que deberían considerarse profesionales serán más fácilmente ocultadas que en la actualidad por parte de las mutuas: se atenderán en la sanidad pública y no en las mutuas.

  • A través de las mutuas se aumentará las derivaciones de pruebas y tratamientos a la sanidad privada, siendo costeadas por las cotizaciones a la seguridad social. La seguridad social se reafirma así como agente financiador e impulsor de la sanidad privada.

  • Se antepondría la reincorporación laboral temprana frente a la recuperación de la salud.

  • El convenio de forma farragosa no garantiza evitar que posteriormente las mutuas tuvieran acceso al historial clínico completo de las personas interesadas.

  • La privatización de la atención sanitaria agrava las desigualdades sociales en salud, tendencia contraria a la que defendemos.