1911-1979

ELA: desde su creación hasta la transición

1911. Fundación

En este contexto, desde el Partido Nacionalista Vasco se promueve la creación de una organización sindical. El 23 de julio, domingo, en la calle Correo de Bilbao, 178 trabajadores aprueban el reglamento y fundan"Solidaridad de Obreros Vascos".

Crecimiento y desarrollo

En los primeros años la nueva organización de trabajadores va extendiéndose a lo largo y ancho de Euskal Herria. Aunque su implantación es rápida tanto en Bizkaia como en Gipuzkoa, necesitará dos décadas para alcanzar la estabilidad en Navarra y Araba . La ampliación a todos los territorios provocó a su vez la necesidad de dar pasos en la estructuración de una Confederación que aglutinase las agrupaciones locales y de oficios.

Intensa actividad

Durante los primeros años adquirieron relevancia la dedicación al socorro y ayuda mutua entre afiliados a través de distintas vías: comedores para los parados, subsidios especiales, atención médica, escolarización, cooperativas de consumo,... ELA tiene una participación activa en los distintos conflictos que se suceden, entre los que destaca por su significación la llevada a cabo en los talleres del diario "Euzkadi". En este contexto de tensión y enfrentamientos, disparos de la Guardia Civil acaban con la vida del solidario Marcelino Charterina de Talleres Ardanaz .

1929. Primer Congreso. Eibar

Se celebra los días 12 y 13 de octubre de 1929 en el frontón Astelena. En este Congreso toma impulso la dinámica reivindicativa, a la vez que se aprueba la celebración de congresos cada dos años. Sin embargo, la necesidad de coordinar las distintas agrupaciones en torno a una Confederación sigue siendo un objetivo incumplido.

1931. República y Estatuto de Estella

El conjunto del mundo nacionalista recibió con esperanza la instauración de la República, que se consideraba más favorable a la causa vasca. De inmediato, las fuerzas nacionalistas comenzaron a preparar un estatuto que recogiese las aspiraciones del pueblo vasco. ELA, desde su posición como sindicato realizó aportaciones en materia socio laboral, que fueron recogidas, aunque de forma muy insuficiente respecto a lo planteado, en el denominado Estatuto de Estella.

1933. Segundo Congreso. Vitoria

Se celebra los días 29, 30 de abril y 1 de mayo. Para entonces SOV es una organización extensa y ramificada con múltiples actividades (cooperativas, mutualidades, obras asistenciales). Se produce la integración en la Confederación de la organización de empleados que conlleva el cambio de nombre a "Solidaridad de Trabajadores Vascos" (STV).

1936. Sublevación fascista y guerra

Cuando en una coyuntura de fuerte desarrollo afiliativo (50.000 miembros) y organizativo, STV se disponía a celebrar su III Congreso en Iruñea, se produce la sublevación militar fascista contra la legitimidad democrática republicana. Desde STV la movilización en defensa de la democracia y contra el fascismo es inmediata creando dentro del ejército de Euskadi su propio cuerpo: el Batallón San Andrés, compuesto por mandos y soldados afiliados al sindicato. Muchos murieron en el frente o fueron fusilados, el resto sufrió la cárcel, el exilio o la clandestinidad.

Clandestinidad y exilio

Durante los largos años de dictadura fascista, la labor del sindicalismo vasco tiene dos vertientes importantes. Por un lado, en el interior son continuos los intentos de reorganizar las estructuras del sindicato y, a la vez, de plantar cara a la dictadura en los conflictos laborales que van surgiendo. En el exterior, desde el exilio, se busca mantener vivo el interés de los países por la situación del pueblo vasco y el reconocimiento internacional del sindicalismo vasco. Así, continuando su trayectoria que le había llevado a ser miembro de la CMT y uno de los fundadores de la CIOSL, en 1.973 ingresa en la Confederación Europea de sindicatos (CES).

Años de transformación

La convulsión que sacude el orden mundial durante las décadas de los años sesenta y setenta se hace notar también en Euskal Herria en general y en el sindicato en particular. Se produce una renovación de la militancia que además de un relevo generacional trae consigo una transformación de la concepción sindical. El perfil del sindicato vasco va a salir transformado con una personalidad muy afirmada, una militancia propia y exclusiva. ELA entra en una nueva fase.

1976. Tercer Congreso. El Renacimiento de ELA

En el ocaso del régimen franquista ELA celebra su III Congreso en dos partes: la primera, de trabajo y debate se celebra en Zornotza, la segunda, la presentación pública, en Eibar. Este congreso aprobará los nuevos principios y estatutos del sindicato, que se convertirán en sus señas de identidad: sindicato nacional y de clase, independencia respecto de los partidos políticos, abierto a todos los/las trabajadores/as de Euskal Herria, independencia económica (financiación a través de las cuotas), incompatibilidad de cargos, carácter confederal, caja de resistencia, solidaridad internacional.... Esta línea será ratificada y ganará en profundidad en los congresos venideros. Alfonso Etxeberria que ha dirigido la salida de la clandestinidad, es el nuevo secretario general.

1977. Legalización y primer desmarque.

ELA presenta la documentación requerida el mismo día de la publicación del Decreto y el 2 de mayo de 1.977 aparece legalizada junto a otras 180 organizaciones sindicales y asociaciones profesionales registradas. Cuando en octubre del mismo año todos los partidos del arco parlamentario, que arrastran a los sindicatos vinculados a los mismos, firman los Pactos de la Moncloa, de claros efectos antisociales, ELA combate los pactos iniciando una política sindical contraria a los pactos sociales que se mantiene hasta hoy día.

Primeras elecciones sindicales: ELA entre los sindicatos mayoritarios

Las elecciones celebradas en las primeras semanas de 1978, sirvieron para clarificar el confuso mapa sindical que emergía de la dictadura franquista. En esta actualización del panorama sindical ELA alcanzaba la condición de mayoritario junto a UGT y CCOO.

1979. Estatuto de los Trabajadores

El año 1979, se presenta el proyecto de ley del Estatuto de los Trabajadores, fruto de un acuerdo entre UGT y CEOE que obviando la realidad sindical quiere entregar el protagonismo de las relaciones laborales a UGT y neutralizar el sindicalismo vasco de ELA. La importante contestación a esta imposición supuso las primeras movilizaciones y manifestaciones masivas del movimiento obrero vasco a la vuelta de la clandestinidad.

Cuarto Congreso

Los debates se centraron en la organización, el desarrollo de las distintas estructuras, profesional e interprofesional, la coordinación entre ambas y la atención preferente a un sector emergente como era el de Servicios Públicos. La preocupación por la articulación de las relaciones laborales en Euskal Herria, se pone de manifiesto en la ponencia específica que mereció este apartado. En este congreso ELA apoyó el Estatuto de Autonomía, aunque denunciando sus carencias en materia laboral y sus limitaciones de cara a las aspiraciones políticas del pueblo vasco.