Ahora toca hablar de toda la política de empleo en Osakidetza

Ante el lío en el que ese había sumergido, el Consejero de Sanidad anunció el pasado viernes en el Parlamento que no van a modificar los criterios de contratación del personal eventual, con lo que habrá dos listas de prioridad.

ELA quiere volver a denunciar la falta de respeto a la representación sindical y a las personas que se han organizado respecto a este tema, dado que hemos recibido las noticias en la prensa y no se nos ha ofrecido ninguna explicación.

Asimismo, tal y como hemos reiterado una y otra vez, Osakidetza debe abrir un debate completo sobre la política de personal, en el que, además de recuperar los derechos laborales sustraídos, se diseñe la fijación de toda la plantilla estructural real.

Osakidetza únicamente está dispuesta a mantener el empleo que declara estructural, unos 25.800 empleos, mientras que, en realidad, todos los meses contrata a unas 33.000 personas. Esta diferencia de unas 6.000 personas es el margen que se toma para poder destruir empleo a futuro. El debate sobre los criterios de contratación eventual ha ocultado esta realidad que ELA quiere aflorar. No hay criterio de contratación que valga cuando no hay contratación.

Una vez cerrado el debate sobre los criterios es momento de hablar del problema de fondo, de toda la política de empleo. Y, evidentemente, dentro de esa discusión también se deberán fijar los criterios de contratación posteriores a la siguiente OPE.

Respecto a este último punto, vista la trascendencia que han tomado los criterios de contratación, ELA se compromete a discutir su posición histórica con la militancia del sindicato, siempre que los criterios de contratación sean conocidos antes de la celebración de la siguiente OPE y no se traslade la discusión a un momento posterior.

Por último, no se puede ocultar que el resultado de este tema ha sido consecuencia de un gran nivel de movilización del colectivo directamente afectado En ese sentido, ha sido un ejemplo para el conjunto de la plantilla, una plantilla a la que nos han quitado un 17% del poder adquisitivo, nos han aumentado la jornada, han despedido a más de 3.000 personas, han aumentado las cargas de trabajo, nos han quitado el derecho a enfermar… Como siempre decimos, la organización y la movilización es el único camino que nos queda.