ELA muestra su preocupación por el futuro de las plantas y el empleo
Arcelor Mittal lleva años impulsando un proceso de desindustrialización en Euskal Herria mediante cierres de plantas productivas y no sustituyendo a las personas que abandonan la empresa. ELA quiere mostrar su máxima preocupación y señalar lo siguiente:
- El reciente expediente acordado por la dirección con UGT para el cierre de Legasa se suma a los padecidos los últimos años (Industrias Zarra, Agurain y Zumarraga). En el resto de plantas se repite el mismo patrón: menos personas trabajadoras y una edad media que aumenta cada año. Las plantillas están absolutamente ajustadas por la obsesión de la multinacional por no contratar nuevo personal.
- No se producen inversiones en las plantas, lo que demuestra que la empresa no quiere desarrollar ningún plan industrial que garantice el futuro. Muchas instalaciones llevan décadas sin ser modernizadas, con el riesgo que esto supone para la salud laboral. Los accidentes que se están produciendo recientemente en las plantas de Arcelor Mittal deberían de obligar a reaccionar a la dirección empresa, pero a día de hoy mantener la producción es el único objetivo.
- La dirección de Arcelor Mittal está buscando constantemente la salidas individuales del personal sin aplicar el contrato de relevo, para continuar destruyendo empleo sin sustituir a la persona trabajadora que abandona la empresa.
- La dirección busca también imponer los marcos de negociación estatales, alejados de las personas trabajadoras, donde alcanza acuerdos satisfactorios para sus intereses. Ejemplo de ello son los expedientes acordados, o el plan de igualdad que es un fin en si mismo ya que no busca romper con la brecha de género.
Ante esta situación tantas veces denunciada por ELA, el sindicato quiere volver a interpelar a los gobiernos de Gasteiz e Iruñea. No se necesitan mensajes de preocupación cuando la empresa planteé el próximo expediente, se necesita actuar para parar el proceso de desindustrialización en Arcelor Mittal. La empresa recibe cuantiosas ayudas públicas, mientras en el primer semestre de 2.025 ha registrado un beneficio neto de 2.598 millones de dolares. Es hora de que los beneficios que generan los y las trabajadoras repercutan en planes industriales que garanticen empleo de calidad y futuro de las plantas productivas.