Residencia Benito Menni (Elizondo)
ELA denuncia la reducción de camas y los recortes en en el centro de mayores

La Dirección ha presentado al comité de empresa su pretensión de cerrar el edifico Bertiz, reduciendo el número de camas ofertadas al Gobierno de Navarra y reubicando a algunos usuarios y usuarias en el centro de Pamplona y a otros junto con los usuarios del edificio Bidasoa y del edificio Baztan. ELA afirma que esto supone una gran merma en la calidad del servicio que reciben estas personas, dado que algunas serán desplazadas y otras se verán obligadas a hacinarse en habitaciones compartidas.
ELA recuerda las promesas de la Consejera de Derechos Sociales y la Directora de la Agencia Navarra para la autonomía y Desarrollo de las Personas del Gobierno de Navarra, quienes hablaban de “un nuevo modelo de centro residencial para mayores y personas con discapacidad, que tendrá como principales novedades una atención más personal, con nuevas configuraciones de los espacios de los centros, para mejorar en la calidad y humanidad en el cuidado”. También prometían que aumentará la ratio de personal por persona atendidas, “incorporando una nueva filosofía que gire en torno a la atención centrada en la persona”.
El sindicato lamenta que lejos de poner en práctica las buenas intenciones, los conciertos a los que llega el Gobierno de Navarra con las Hermanas Hospitalarias, gestoras de Benito Menni, permiten que las decisiones tomadas por la Dirección del centro afecten a las 3 unidades convivenciales, las cuales desaparecen, y los usuarios se repartan en dos edificios, volviendo a los cuidados de hace más de veinte años.
A su vez, la dirección pretende reducir las jornadas de contrato a otro número de trabajadoras, a cambiar las funciones de su puesto de trabajo o a no incluirles el total de la jornada por la que están contratadas en el calendario laboral anual, abocándolas a flexibilizar parte de sus horas de trabajo a conveniencia de la empresa. Todas ellas, medidas, que además de dificultar tremendamente la conciliación familiar y laboral, les impide una estabilidad económica y profesional.
Así las cosas, ELA pide a la empresa que reconsidere esta medida y busque alternativas que no afecten ni a las familias ni a las trabajadoras.
El 29 de noviembre tendrá lugar otra concentración, a las 17:30, en la plaza de Elizondo.