MODELO POLICIAL

ELA muestra su rechazo ante la agresión de un agente a un ciudadano en Irun

17/05/2024
Cualquier persona que haya visto el vídeo que circula por las redes sociales concluye que frente a la actuación de la Ertzaintza y de la policía local del Ayuntamiento de Irun, las instituciones deben dar explicaciones a la sociedad por la agresión y el posterior abandono sufrido por un ciudadano en el barrio de San Miguel, al parecer, el pasado agosto. La actitud del ciudadano no justifica una respuesta violenta como esta por parte del agente. Resulta igualmente grave el abandono del ciudadano en el suelo visiblemente dolorido y aturdido.

Lo sucedido en Irun perjudica directamente a los y las ertzainas y  policías locales que tienen por objetivo velar cada día por la defensa de los derechos humanos y están en contra de este tipo de actuaciones. Para que hechos como estos no se den, es necesario que los propios agentes sean capaces de persuadir y recriminar este tipo de actuaciones, huyendo de un corporativismo mal entendido que en casos como este, tanto daño hace a la imagen de la labor policial.

ELA aboga por que la Ertzaintza y la policía local sean instituciones valoradas por la ciudadanía, pero para ello es imprescindible que el uso de la fuerza y las actuaciones sean escrupulosamente proporcionadas y que los y las agentes sean capaces de reprochar sin ambigüedades actuaciones objetivamente fuera de lugar.

Que los funcionarios públicos que tienen por principal labor la defensa de los derechos fundamentales y la protección de la ciudadanía, abandonen a una persona después de haberla agredido es algo contrario a la legalidad y vulnera la más elemental humanidad. Es igualmente grave que no se haya hecho público este hecho desde instancias públicas, sembrando una vez más serias dudas sobre la competencia del departamento de interior.

ELA considera que lo ocurrido no debe ser solamente objeto de una investigación interna. Es necesario que los responsables políticos locales y autonómicos de los dos cuerpos de policía implicados respondan primero ante la ciudadanía y posteriormente ante instancias como el Parlamento Vasco. Los responsables políticos no pueden ocultar este tipo de hechos actuando como si no hubieran ocurrido.