Hay mucho menos personal en los centros penitenciarios de la CAPV desde que transfirió la competencia de prisiones

Tras el último concurso de traslados, y después de las "resultas" correspondientes, en el centro de Gipuzkoa (Martutene) hay 17 trabajadores menos de los que había al ser transferida la competencia de Instituciones Penitenciarias. Después de efectuarse el concurso correspondiente, 11 de los 12 puestos de oficinas han quedado vacantes; adie ha optado por dichas plazas. De la misma manera, otros puestos de los correspondientes al área mixta han quedado igualmente desiertos.
Las consecuencias para el funcionamiento del centro son devastadoras, con lo que supone a la hora de garantizar los derechos de la plantilla y de las personas internas. Éste es el último episodio provocado por la imprevisión del Gobierno Vasco a la hora de asumir la gestión de las prisiones de la CAPV. Todo este caos organizativo es consecuencia de no haber tomado las medidas necesarias a tiempo.
El funcionamiento normal de un centro es imposible en esas condiciones y no es aceptable que, después de estar durante los últimos 40 años pidiendo la competencia de Instituciones Penitenciarias, el Gobierno Vasco no sea capaz de garantizar unas plantillas necesarias para el normal desarrollo del trabajo, cuando ya los puestos transferidos son claramente insuficientes para ello. Y deja en evidencia que, más allá de las manifestaciones realizadas por el Gobierno anunciando un nuevo modelo penitenciario, éste no está realmente planificado, asimilando el funcionamiento del modelo estatal.
ELA denunció en octubre que el acuerdo firmado por el Gobierno Vasco con UGT-Acaip no tenía los contenidos necesarios para garantizar que la transferencia se hiciera de una manera adecuada. A la vista de los acontecimientos, es evidente que teníamos razón. Es responsabilidad del Gobierno Vasco solucionar esta situación. ELA permanecerá vigilante a fin de que no se menoscabe los derechos de la plantilla ni de las personas internas.
ELA exige al Gobierno Vasco negocie de manera urgente con la mayoría sindical unos procesos de acceso al empleo público que garanticen las necesidades de plantilla de las prisiones vascas y que sean acordes al modelo penitenciario que presume querer implantar. Además, ELA anima a la plantilla a movilizarse para mostrar su malestar con la situación.